sábado, 31 de enero de 2009

Los ministros de Comercio intentarán cerrar Doha este año

DAVOS.- Los ministros de Comercio de dos decenas de países se comprometieron el sábado en Davos a intentar solucionar este año las diferencias que aún permanecen en vigor en la ronda de Doha sobre el comercio mundial.

En un comunicado emitido tras un encuentro aparte del Foro Económico Mundial que se celebra en esta estación suiza de esquí, también se comprometieron a no elevar nuevas barreras arancelarias.

El Foro volvió a reunir a cientos de opositores en Ginebra y la propia Davos, que argumentaron que la élite que se reúne anualmente no está cualificada para resolver los problemas mundiales.

Antes del encuentro, patrocinado por el Gobierno suizo, los ministros advirtieron que las medidas para bloquear las importaciones y salvar empleos profundizarán la crisis, como ocurrió en la Gran Depresión de la década de 1930.

La ministra suiza de Economía, Doris Leuthard, dijo que los ministros podrían reunirse para hablar de Doha antes de la cumbre del G-20 que tendrá lugar el 2 de abril, en la que se pretende establecer objetivos claros para afrontar la crisis económica y financiera mundial.

"Tenemos que preparar una mejor comprensión en nuestros países. Abrir los mercados es lo mejor que podemos hacer para luchar contra esta crisis", dijo.

El representante de EEUU, Peter Allgeier, dijo que Washington está trabajando para asegurar que cualquier plan de estímulo para su economía cumpla las normas del comercio internacional.

Varios ministros han expresado su preocupación de que las cláusulas de "comprar americano" en el plan de 825.000 millones de dólares (unos 544.000 millones de euros) aprobado por la Cámara de Representantes y pendiente de la luz verde del Senado podría cerrar las importaciones de otros países, provocando una serie de represalias que animaran el proteccionismo, como pasó en los 30.

"Estamos trabajando con el Congreso, con la Casa Blanca, para asegurarnos de que cualquier cosa que hagamos para responder a la crisis económica es consistente con nuestras obligaciones", declaró Allgeier tras la reunión.

Protestas

Con pancartas que decían "Vosotros sois la crisis" y lanzando bolas de nieve se dirigieron a las vallas que rodean el Hotel Seehof donde se alojan muchos dirigentes políticos y empresariales, fuertemente custodiado.

"Es la misma gente que vino el año pasado y dijo que la situación económica estaba bien, y ahora estamos en una crisis financiera. Ahora es el contribuyente el que tiene que solucionar todo el problema", dijo Alex Heideger, del Partido Ecologista de Davos.

La sombría situación económica y las medidas proteccionistas que ya han tomado varias potencias comerciales dificultan el panorama. La Unión Europea impuso el sábado aranceles de importación de hasta el 85 por ciento sobre los tornillos y pernos de China, lo que probablemente disparará acciones de represalias de Pekín en la OMC.

En las últimas semanas, las principales potencias comerciales, como Estados Unidos, China y Alemania han informado de caídas en sus exportaciones a finales del año pasado, y los volúmenes de tráfico aéreo de mercancías cayeron en casi un quinto en diciembre.

En una cumbre en noviembre del año pasado para encarar la crisis económica, los dirigentes del Grupo de los 20 (G-20) de países ricos y emergentes acordaron impulsar un avance en la ronda de Doha, lanzada siete años antes, y no elevar nuevas barreras comerciales.

Pero el director general de la OMC, Pascal Lamy, decidió que las brechas eran aún demasiado amplias para convocar a los ministros a un empujón final, pese a progresos en varios temas espinosos en la industria y la agricultura.

Los ministros esperan que la próxima reunión del G-20, que será organizada por el primer ministro británico, Gordon Brown, en abril, renueve las iniciativas para un acuerdo de Doha y el compromiso de liberalizar el comercio.

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