martes, 13 de enero de 2009

Los trabajadores de Kraft rechazan el cierre de la planta de Mahón y se opondrán al ERE

MAHÓN.- Los comités de empresa de las plantas de Kraft Foods en España afrontan la reunión de trabajo previa al encuentro con la dirección de la compañía que tendrá lugar mañana en Madrid con la actitud de "buscar soluciones" y no piensan negociar "en ningún caso" un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para el cierre de la fábrica de Mahón.

Si a la multinacional no le interesa mantener la planta abierta, esperan que al menos permita un proceso de venta. En caso de que el grupo dé mañana muestras favorables a esa posibilidad, aspecto a lo que en principio Kraft "no se niega", los trabajadores entienden que también "sería interesante" poder vender la marca El Caserío, aunque los planes de la empresa es trasladarla a su sede en Bélgica.

Así lo detalló el presidente del comité de empresa, Antonio Olives, quien precisó que en la jornada de hoy se mantuvo una reunión de trabajo con los representantes de los comités de las plantas de León y Montornés para preparar el encuentro y abordar las posibilidades que existen sobre los planes de reducción de plantilla y el cierre de la sede de Mahón.

De la reunión de hoy salió una "estrategia común" ante las intenciones de la empresa y con la expectativa de intentar que Kraft Foods "cambie su decisión", o que facilite la venta de la fábrica menorquina y de la marca 'El Caserío', puesto que ello haría "más atractiva" la operación.

Este punto sería conveniente en un principio dado que el negocio de los productos derivados del queso aún se mantiene "en auge", lo que sería más beneficioso que "dentro de dos años", en los que la coyuntura económica "puede presentar problemas" si se acomete "la deslocalización".

"La fábrica es competitiva, genera negocio, gana dinero cada año, la producción de 2008 es idéntica a la de 2007 y las previsiones para 2009 se mantiene. Por lo tanto, esta decisión no la entendemos", expuso el presidente del comité de empresa de Kraft en Mahón.

Olives indicó también que la respuesta de las administraciones públicas ante la situación que atraviesa esta planta, sobre todo en el caso del Consell de Menorca y el Govern balear, está siendo "positiva", como revelan las gestiones realizadas con el Ministerio de Trabajo y con la empresa, a la que han comunicado que "tendrían muchos problemas" para que se aprobara en su caso un ERE.

"Ellos no han presentado ningún ERE, quieren negociarlo porque saben de la presión que existe y que el impacto social en Menorca está siendo muy grande", expuso para a continuación remarcar el impacto que tendría el cierre de esta planta en la isla. "Hay que buscar soluciones", apostilló Olives.

Como ejemplo del buen estado de la planta, el presidente del comité de empresa dijo que en el mes de noviembre la empresa se vio obligada a contratar a una veintena de trabajadores eventuales debido a un incremento de la productividad.

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