"Vamos a tener un trimestre preocupante, pero el gobierno tomará todas las medidas necesarias para que esa crisis afecte menos al pueblo brasileño", declaró Lula en su programa radial semanal "Café con el Presidente".
"Necesitamos garantizar empleos, garantizar salarios y garantizar ingresos. Esos son tres componentes extraordinarios para que la economía brasileña continúe creciendo y el pueblo no sea una víctima que no fue causada por Brasil", agregó.
Insistió por ello en la necesidad mantener las inversiones públicas y convencer al sector privado de continuar invirtiendo.
La baja en las inversiones privadas provocó una pérdida neta en puestos de trabajo en noviembre, la primera desde 2003, y el ministro de Trabajo, Carlos Lupi, anticipó que la caída en diciembre podría ser aún mayor.
"Tenemos que motivar a la inciativa privada a continuar haciendo inversiones y necesitamos trabajar para que el crédito vuelva a la normalidad", sostuvo.
Según Lula, el principal problema que enfrenta el sector productivo brasileño es la falta de crédito, y adelantó que el gobierno daría mayores recursos al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) estatal para financiar al sector privado, aunque no precisó cuánto.
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