domingo, 4 de enero de 2009

Obama llega a Washington para trabajar en el plan de rescate económico

WASHINGTON.- El presidente electo estadounidense, Barack Obama, que ya se instaló este domingo con su familia en Washington, trabajará en un multimillonario plan de rescate económico que los demócratas del Congreso esperan aprobar a principios de febrero, mientras enfrenta la primera baja en su futuro gabinete ministerial.

Obama tuvo la primera baja en su futuro gabinete ministerial, luego de que el secretario de Comercio designado renunciara.

El hispano Bill Richardson, gobernador de Nuevo México, anunció que renunciaba a ocupar el cargo de secretario de Comercio debido a una investigación a una empresa que tiene negocios con ese estado.

La renuncia de Richardson coincidió con la llegada de Obama a Washington, a pocos días de asumir la presidencia el 20 de enero.

Tras recibir elogios por un proceso de trancisión sin complicaciones, ahora Obama debe encontrar rápidamente un reemplazo para Richardson además de trabajar en un multimillonario plan de rescate económico que los demócratas del Congreso esperan aprobar a principios de febrero.

El paquete, que supondría una inversión de hasta un billón de dólares, es necesario para prevenir un "revés económico más profundo", cuando Estados Unidos ya se encuentra en recesión, dijo Obama en su programa radial.

El departamento de Comercio no está al frente de la política económica de Obama, pero Richardson es un peso pesado que inicialmente fue considerado para dirigir el departamento de Estado.

"Es una muestra de su disposición para poner al país primero el que haya pedido ser removido del puesto en el gabinete y así evitar cualquier demora en su posesión del importante cargo económico en este momento crítico", agregó Obama.

Una corte federal investiga cómo la empresa CDR Financial Products ganó lucrativos contratos de asesoría para las autoridades de Nuevo México hace cuatro años, luego de donarle dinero a Richardson.

Obama acudirá al Capitolio a partir de mañana lunes para intentar finalizar con los dirigentes parlamentarios su plan de rescate, que según dijo el domingo el líder de la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes, Steni Hoyer, estaría "en el entorno" de 775.000 millones a un billón de dólares.

Según Hoyer, el plan de rescate de la economía estadounidense debería ser adoptado "a principios de febrero", es decir poco después del arribo del nuevo presidente a la Casa Blanca el 20 de enero.

"Queremos ver la aprobación de este paquete en la Cámara de Representantes no más allá de fin de mes, llevarlo al Senado y llevarlo al presidente antes del receso" por vacaciones "a principios de febrero", informó el legislador demócrata al programa televisivo Fox News Sunday.

Respecto al millonario paquete de estímulos, Hoyer dijo el domingo que "obviamente, (el monto) debe ser considerable".

"Cada economista, de la derecha a la izquierda, republicano o demócrata, aconseja que debe ser un paquete muy importante si, de hecho, queremos lograr el objetivo que desde luego es estabilizar la economía y tratar de comenzar a recuperarla", agregó.

Por su parte, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, reclamó participar en la elaboración del gigantesco plan de rescate y advirtió contra la precipitación a la hora de adoptarlo.

"Queremos asegurarnos de que no se trata tan solo de una ley de gastos de un billón de dólares, sino de que este plan pueda lograr su objetivo", indicó a la cadena de televisión ABC. "Queremos formar parte de este proceso", añadió.

"Creo que si el procedimiento utilizado en el Senado es equitativo y da a ambas partes la posibilidad de participar, él (Barack Obama) podría obtener un apoyo significativo" de los republicanos, indicó McConnell.

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