sábado, 31 de enero de 2009

Obama promete ayuda hipotecaria con un nuevo plan financiero

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió el sábado ayudar a bajar los costes hipotecarios de los estadounidenses con un nuevo plan que será dado a conocer pronto, que reactivaría el sistema financiero y permitiría "que el crédito fluya otra vez".

Obama dijo que su gobierno describirá una nueva estrategia en los próximos días para gastar miles de millones de dólares del contribuyente en un plan contra la crisis económica, que tildó de "devastadora".

El Presidente y sus asesores estudian la forma de estructurar los restantes 350.000 millones de dólares aprobados el año pasado por el Congreso para rescatar la industria financiera y evitar su colapso. Obama advirtió que no hay medida alguna que por sí sola permita a su gobierno enmendar la economía, como quedó demostrado esta semana con la eliminación de miles de empleos por parte de los mayores conglomerados estadounidenses.

"Ningún proyecto de ley, sin importar su amplitud, puede curar los males económicos", dijo Obama en su alocución semanal por radio e internet. "Por ello, y tal como estimulamos la creación de empleo, debemos asegurarnos que los mercados gozan de estabilidad, el crédito fluye y las familias pueden quedarse en sus casas".

Obama utilizó las sombrías noticias económicas para defender su programa de estímulo económico de 825.000 millones de dólares, y pidió a los legisladores que actúen con premura y audacia sin consideración de la política partidista, para encarar la "devastadora" crisis.

Al mismo tiempo, Obama encara un dilema ante las medidas proteccionistas que contiene el proyecto de ley, y que podrían desatar una guerra comercial. Empero, oponerse al concepto "compre estadounidense" podría indignar a sus partidarios, especialmente los sindicatos.

Obama y sus ayudantes pasaron las primeras dos semanas dedicados a los problemas económicos del país. Los últimos tres meses del año pasado vieron la contracción más aguda de la economía en un cuarto de siglo. El Producto Interno Bruto se contrajo al ritmo anual del 3,8%, anunciaron el viernes los economistas del gobierno; la cifra podría llegar al 5% o más en el presente trimestre.

El secretario del Tesoro Timothy Geithner se reunió con los asesores presidenciales en los últimos días para revisar un plan que enmiende el programa de rescate de 700.000 millones de dólares, la mitad de cuyos fondos fueron ya utilizados.

Geithner dijo con anterioridad que el gobierno considera la posibilidad de crear un "mal banco" federal que adquiera los activos morosos de las instituciones crediticias, aunque algunos funcionarios sostienen ahora que la alternativa es inviable debido a su abultado costo potencial.

Muchas de las medidas consideradas podrían costar al contribuyente centenares de miles de millones de dólares por encima de los 700.000 millones originalmente destinados al plan. Y los ayudantes de la Casa Blanca no descartaron la posibilidad de que Obama tenga que terminar pidiendo otro billón de dólares para rescatar a los bancos.

Aunque Obama no mencionó el sábado los pormenores de su plan, lo describió en líneas muy generales.

Obama, que ha hecho de combatir las crisis económica y financiera del país la prioridad de su joven administración, pidió al Senado dar luz verde a un plan de estímulo económico que la Cámara de Representantes aprobó esta semana.

Pero mientras las condiciones económicas empeoran, el presidente dijo que venían nuevas estrategias para enfrentar las dificultades del país.

"Pronto mi secretario del Tesoro, Tim Geithner, anunciará una nueva estrategia para reactivar nuestro sistema financiero que hará que el crédito fluya a nuestros negocios y familias", dijo Obama en su discurso semanal emitido por la radio.

"Ayudaremos a bajar los costes hipotecarios y extender los créditos a pequeñas empresas para que puedan crear puestos de trabajo".

Obama no dio datos específicos sobre el plan, ni dijo cuándo será dado a conocer. Su principal portavoz, Robert Gibbs, dijo el viernes que la Casa Blanca celebrará reuniones la semana que viene sobre la regulación del sector financiero.

Los republicanos, que se oponen al plan de estímulo económico de unos 800.000 millones de dólares sobre todo por sus prioridades de gasto, también han propuesto ayudas hipotecarias, con hipotecas respaldadas por el Gobierno a un tipo fijo del cuatro por ciento.

Obama afirmó que su plan aseguraría que los consejeros delegados no desvíen dólares de los impuestos para financiarse grandes gratificaciones, y volvió a mostrar su enfado por las noticias de elevadas bonificaciones en 2008 a pesar de los enormes recortes de puestos de trabajo, pérdidas financieras y rescates gubernamentales.

"Al tiempo que estoy decidido a hacer lo que haga falta para mantener el flujo del crédito, el pueblo americano no perdonará o tolerará esta arrogancia y avaricia".

El presidente dijo que insistirá en una "transparencia sin precedentes, un control rigoroso y una responsabilidad clara" para los fondos dirigidos a estabilizar el sistema financiero, y repitió su mantra de que la economía empeorará antes de mejorar.

También indicó su plan de estímulo salvará o creará al menos tres millones de empleos en los próximos años.

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