Entre los temas objeto de la conversación figuró la crisis económica internacional, ámbito "prioritario" en el que ambos presidentes se mostraron de acuerdo en la necesidad de reaccionar "de manera decidida" y "trabajar conjunta y estrechamente" de cara a la cumbre del G-20 que se celebrará en Londres el próximo mes de abril.
Sobre el conflicto de Oriente Próximo, Obama saludó la acción decidida de Francia durante la crisis de Gaza y anunció al presidente galo que su enviado especial para la zona, George Mitchell, haría escala en París durante su viaje a la región, escala en la que será recibido por Sarkozy.
En cuanto al futuro de Afganistán, el jefe del Estado francés se felicitó de la voluntad de Obama de definir con sus aliados una nueva "estrategia global", que sea al mismo tiempo "militar, económica y política", y le garantizó que Francia "seguiría siendo solidaria con sus aliados".
Al principio de la entrevista, que se produjo a iniciativa del presidente Obama, Sarkozy felicitó al nuevo inquilino de la Casa Blanca por las "valientes" medidas adoptadas un día después de su investidura y, en particular, el anuncio del cierre del centro de detención de Guantánamo.
"Estas medidas respondían a una fuerte expectativa en Europa y Francia está dispuesta a ayudar a Estados Unidos a ponerlas en marcha", le comunicó Sarkozy.
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