miércoles, 14 de enero de 2009

Rusia propone una cumbre y la UE habla de "consecuencias políticas" por lo del gas

ESTRASBURGO.- Rusia propuso este miércoles una cumbre entre los países consumidores del gas ruso y Ucrania el sábado en Moscú para tratar de desbloquear el suministro a los europeos, que desde Estrasburgo amenazaron con "consecuencias políticas" para Moscú y Kiev si prosigue el conflicto.

"El tiempo está a punto de acabarse y tenemos que tener resultados" de Moscú y Kiev para permitir la reanudación del suministro, declaró este miércoles por la tarde el viceprimer ministro checo, Alexandr Vondra, cuyo país ocupa la Presidencia del bloque, ante el Parlamento Europeo de Estrasburgo.

"Si no obtenemos resultados, eso tendrá inevitablemente consecuencias políticas en nuestras relaciones con ambos países", añadió sin precisar cuáles podrían ser esas consecuencias.

Poco antes de esta dura advertencia europea, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, propuso la convocatoria "de una cumbre de Estados consumidores de gas ruso y de países de tránsito en Moscú, el sábado 17 de enero".

"Espero que esa reunión (...) permitirá salir de la situación actual y evitar algo parecido en el futuro", añadió Medvedev desde su residencia de Barvija, en la periferia de la capital rusa, en presencia de los primeros ministros de Bulgaria, Eslovaquia y Moldavia, y del primer ministro ruso, Vladimir Putin.

Bulgaria y Eslovaquia son dos de los países europeos más afectados por el corte del suministro del gas ruso a Europa vía Ucrania desde hace una semana, pues dependen casi totalmente del hidrocarburo de Moscú para hacer frente a sus necesidades energéticas.

El jefe del Estado ruso señaló haber hecho ya esa propuesta en una conversación telefónica con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que, por boca de un portavoz, declaró reservarse la respuesta, al igual que la Presidencia checa de turno de la UE.

Horas antes, Barroso había alzado el tono, amenazando a Rusia y Ucrania con acciones ante la justicia puestas en marcha por las empresas del sector de gas europeas si los suministros rusos a la UE a través de suelo ucraniano no se restablecían de forma "urgente".

El viceprimer ministro checo se sumó a estas palabras al hablar de "consecuencias políticas" para Rusia, que en 2008 empezó unas difíciles negociaciones con la UE para establecer una asociación reforzada, y Ucrania, que también empezó negociaciones con el bloque en septiembre para un "acuerdo de asociación".

Un alto responsable de la Comisión Europea había precisado este miércoles que esos dos procesos no estaban en entredicho por el actual conflicto del gas.

Medvedev, por su parte, aclaró ante los jefes de los Gobiernos búlgaro, eslovaco y moldavo que "no deberíamos ser rehenes de la situación política que prevalece en otros países (...) Por desgracia, todos somos rehenes de la crisis política en Ucrania".

Putin también acusó a Ucrania de mantener como "rehenes" a los países europeos al cortar el paso del gas ruso por su territorio e instó a los responsables europeos a aumentar su presión sobre Kiev.

Yulia Timoshenko, la primera ministra ucraniana en conflicto político desde hace meses con el presidente del país y ex aliado, Viktor Yushenko, prometió este miércoles por la mañana la reanudación del tránsito del gas ruso por el territorio ucraniano.

Timoshenko se había declarado dispuesta a reunirse con Putin. Yushenko hizo saber este miércoles a través de un asesor que se encuentra dispuesta a "toda discusión constructiva", en referencia a la propuesta de una cumbre en Moscú.

Sin embargo, horas después, mientras visitaba la vecina Polonia, el presidente ucraniano rechazó que sea Kiev quien tiene la culpa de la actual crisis.

"No cortamos el suministro del gas ni lo robamos. Haremos todo lo que podamos para reanudar los abastecimientos a Europa occidental", dijo a los peridoistas al acusar a Rusia de querer "minar la credibilidad de Ucrania como país de tránsito del gas destinado a Europa".

El martes, un intento de restablecer el suministro a Europa fracasó y centenares de miles de europeos siguieron sin gas ruso por segunda semana, en medio del frío invierno.

Mientras tanto, el gigante ruso Gazprom anunció haber perdido 1.100 millones de dólares desde el 1 de enero debido a la crisis con Ucrania.

Moscú cortó el suministro de gas a Kiev el 1 de enero ante la falta de acuerdo en el precio de los abastecimientos para 2009 y, a continuación, acusó a los ucranianos de robar el gas destinado a los europeos. Para evitar esto, Rusia interumpió esos suministros europeos a través de Ucrania el 7 de enero.

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