jueves, 1 de enero de 2009

Sin cambios significativos en Cuba tras 50 años de la Revolución

MADRID.- La Revolución que encabezó Fidel Castro para derrocar al régimen de Fulgencio Batista cumple hoy 50 años.

Durante este periodo Cuba, lejos de experimentar cambios significativos, se ha consolidado como uno de los pocos Estados comunistas que quedan en el mundo pese a los tímidos cambios y aperturas puestos en marcha después de que Raúl Castro tomara las riendas del país cuando Fidel enfermó en julio de 2006 y renunció al poder definitivamente hace casi un año.

En los últimos años, Cuba puede ser vista como las dos caras de una misma moneda. Si Raúl Castro abrió paso a una reforma agraria o facilitó la adquisición de teléfonos móviles por parte de particulares, entre otras reformas, mientras la UE y el Gobierno abren un proceso de diálogo, en la primavera de 2003 las autoridades detuvieron a 75 periodistas e intelectuales opositores, de los cuales más de 20 todavía están encarcelados y forman parte del grupo de 200 presos políticos.

La victoria de Barack Obama en las elecciones de Estados Unidos en noviembre y su promesa de hacer sus propios cambios con respecto a Cuba sin levantar el bloqueo ha hecho hablar a Raúl más de lo que nunca lo había hecho sobre un posible acercamiento, sin embargo en el 60 aniversario de la Declaración de Derechos Humanos unas 100 personas fueron arrestadas en la isla por manifestarse en contra de la denunciada política represiva del régimen.

Además, con Raúl el Gobierno cubano ha iniciado un nuevo periodo de relaciones exteriores con el que busca demostrar los apoyos con los que cuenta frente al embargo estadounidense. Aparte de la ya conocida asociación con la Venezuela de Hugo Chávez, el año pasado viajaron a Cuba los presidentes de dos antiguos aliados: el chino Hu Jintao y el ruso Dimitri Medvedev.

Tras año y medio como presidente en funciones, Raúl Castro fue elegido jefe del Estado cubano por la Asamblea Nacional el pasado febrero, cuando Fidel decidió dimitir después de casi medio siglo al frente de la isla, adonde llegó con un grupo de hombres, entre los que estaba Ernesto 'Che' Guevara, a bordo del buque 'Granma'.

Entre los años cincuenta y los noventa, un régimen comunista en Cuba, país azotado por una crisis económica y social --en 1940 el 47 por ciento de las tierras cultivadas pertenecía a las grandes compañías estadounidenses, la tasa de analfabetismo alcanzaba a un 23 por ciento de la población y el desempleo cada vez era mayor, lo que culminaría en éxodos a gran escala--, se vio en muchos sectores como una solución, más si cabe por el apoyo financiero que llegaba de la Unión Soviética.

Los intereses antiimperialistas de la Revolución cubana chocaron frontalmente con los económicos y expansionistas de Estados Unidos, lo que hizo que este país estableciera el bloqueo económico. La historia de la Revolución no se puede entender sin el embargo. De este modo, la dependencia de Cuba de la URSS se acrecentó más y más, lo que, tras la caída del régimen soviético en 1991 y el endurecimiento del embargo norteamericano llevó a la isla a una crisis económica de la que todavía intenta salir.

Actualmente existe en Cuba una doble economía. El declive soviético provocó la dolarización de la economía cubana en la clandestinidad y ahora existe una economía del Estado y otra sumergida.

Las primeras medidas aparentemente aperturistas tomadas la pasada primavera por el Gobierno liderado por Raúl Castro llevaron a pensar en el inicio de una tímida apertura, pero las cosas no parecen haber cambiado. La cartilla de racionamiento sigue marcando la vida de los cubanos y la isla importa hoy cerca de 80 por ciento de los alimentos que consume aunque la mitad de sus tierras cultivables están ociosas o subutilizadas.

Además, el paso este verano de los huracanes 'Gustav' e 'Ike' no han hecho sino dañar la economía, y las medidas tomadas por el régimen fueron incluso criticadas por Fidel, quien señaló que algunos dirigentes "sueñan realmente con satisfacer todas las solicitudes de 'pajaritos volando' que la gente desea" a pesar del desastre económico.

No obstante, el papel de Fidel en la vida política de Cuba se ha reducido hasta extremos nunca antes vistos. No se conoce su paradero exacto y únicamente ejerce el papel de especie de 'ideólogo' con las "Reflexiones" que publica periódicamente en el diario oficial 'Granma'. En los últimos meses, de hecho, se ha dedicado más a analizar la actualidad internacional --la campaña electoral en Estados Unidos, la posterior victoria de Obama o la crisis financiera--.

Precisamente la política exterior es uno de los ámbitos que más está intentando reforzar el Gobierno de Raúl Castro. Además de las visitas de mandatarios y ministros extranjeros de antiguos aliados como Rusia y China, los altos cargos cubanos tienen también una cada vez más apretada agenda internacional. El mismo jefe de Estado realizó a mediados de diciembre su primer viaje al extranjero, visitando Venezuela y Brasil, país donde se estrenó en su primera cumbre latinoamericana.

Fue en Brasil también donde Cuba logró su entrada en el Grupo de Río, un momento "trascendental" para la historia de la isla, en palabras del propio Castro. En dicho encuentro los países miembros volvieron a pedir a Estados Unidos el fin del embargo sobre Cuba, el cual, según las autoridades de este país, le ha causado pérdidas por valor de 93.000 millones de dólares.

Habrá que ver lo que ocurre a partir del 20 de enero, cuando Barack Obama tome posesión de su cargo como presidente norteamericano. Su anunciada intención de suavizar el bloqueo --levantando restricciones a los viajes y al envío de remesas-- ha sido bien vista desde La Habana y los analistas creen que la posibilidad de un cambio en las relaciones es más posible que nunca, aunque no a corto plazo.

De hecho, ahora son más los cubano-americanos de Miami, el grupo en el exilio más numeroso, los que se pronuncian en contra del embargo, mientras que un 65 por ciento considera que Estados Unidos debe restablecer las relaciones diplomáticas con la isla, según una encuesta reciente.

Los opositores al régimen de los Castro tienen una visión muy cruda de estos 50 años. En opinión del escritor Raúl Rivero, exiliado en España, los "verdaderos cambios" en Cuba "comenzarían por liberar" a los más de 200 presos políticos que permanecen en las cárceles del país, por lo que consideró que la propuesta de Raúl a Obama de liberar presos la tendría que hacer "a la ciudadanía cubana".

Rivero afirma que, por los contactos que tiene en la isla, "hay una sensación de fracaso general" de la Revolución entre los ciudadanos, aunque también reconoció que éstos siguen teniendo miedo por la "represión".

No obstante, opinó que es de la ciudadanía cubana de donde "va a renacer algo más fuerte e inmune" al régimen que podría acabar con "medio siglo de división de familias, de crispaciones y de exaltación de un personaje (Fidel Castro) que ha acabado con la nación".

Por su parte, el grupo Cuba Democracia Ya, con sede en España, denunció, medio siglo después de la Revolución, el "escandaloso silencio" que existe "en pleno siglo XXI" en torno al problema de los presos políticos en la isla.

Por ello, aseguró que no son optimistas con respecto al futuro político, pero pidió que ningún gobierno "haga el papel que le corresponde a los cubanos", aunque sí reclamó un "apoyo solidario" con los opositores y disidentes, algo de lo que esperan "mucho" del Gobierno español.

La organización aseguró que muchos opositores están dispuestos a viajar a La Habana para iniciar un diálogo "sin ninguna condición" y "hacia un tránsito a un país en libertad y democracia" desde una "dictadura" a la que calificó como "caduca".

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