"En términos económicos, el 2008 ha sido un año tumultuoso, con los mercados mundiales experimentando un serio descenso. El mercado de telefonía móvil ha resultado fuertemente afectado por esto, y como se esperaba, el cuarto trimestre continuó siendo muy desafiante para Sony Ericsson", señaló el presidente de la compañía, Dick Komiyama.
Las ventas de la firma alcanzaron los 11.244 millones de euros durante el año fiscal, lo que frente a los 12.916 millones de euros que obtuvo en el ejercicio anterior supone un descenso del 12,9%.
En el cuarto trimestre las pérdidas netas de Sony Ericsson se situaron en 187 millones de euros, desde los 373 millones de euros de beneficios obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior.
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