Estas supresiones de empleos forman parte de un plan de reestructuración que pretende reducir los costes fijos del grupo en 300.000 millones de yenes (2.500 millones de euros), para volver a tener beneficios en el ejercicio 2009-2010, indicó Toshiba en un comunicado.
De abril a diciembre, Toshiba sufrió una pérdida neta de 159.600 millones de yenes (1.330 millones euros). El grupo prevé acabar el año en números rojos, con una pérdida neta de 280.000 millones de yenes (2.330 millones de euros).
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