martes, 24 de febrero de 2009

Arrecia la polémica por la privatización del correo británico

LONDRES.- El proyecto para privatizar parcialmente el servicio postal de Gran Bretaña, el más antiguo del mundo, divide al gobernante Partido Laborista y cristaliza la cólera de los sindicatos, en momentos en que se agrava la recesión y el desempleo.

El debate sobre el proyecto del gobierno laborista para semiprivatizar el Royal Mail arreció tras advertencias de la presidenta del servicio de correo postal británico, Jane Newell, que afirmó que si ese plan no se concreta, las consecuencias para los empleados serán "devastadoras".

Las "consecuencias para los empleados serán devastadoras" si el proyecto de vender acciones del Royal Mail a compañías privadas no sigue adelante, advirtió Newell en una carta dirigida al ministro de Negocios, Peter Mandelson, que la dio a conocer a la prensa.

Los empleados del Royal Mail verán sus jubilaciones reducidas a la mitad, aseguró Newell, en vísperas de un debate el jueves en el Parlamento sobre ese proyecto del gobierno de Gordon Brown de vender 30% de las acciones del Royal Mail al sector privado.

Pero el Sindicato de Trabajadores de la Comunicación (Communications Workers Union), una de las organizaciones gremiales más grandes del país, afirmó que la publicación de esa carta busca "meter miedo" a los parlamentarios para que voten con el gobierno.

Es "un escándalo" que la presidencia de los correos "interfiera en política", afirmó el líder del gremio, Billy Hayes, en una manifestación organizada este martes frente al Parlamento en contra de ese plan, que conllevará el despido de unos 16.000 empleados.

Unos 140 parlamentarios laboristas se oponen a los proyectos del gobierno, afirmando que la semiprivatización del servicio postal "amenaza la integridad" del Royal Mail, que ha sido siempre considerado como una de las joyas de la corona británica.

El Gobierno alega que es necesario semiprivatizar correos para ayudar a sanear el déficit, que asciende a más de 10.000 millones de dólares, y para financiar la modernización del servicio.

El déficit "será significativamente mayor" si la venta de acciones no se efectúa, aseguró Newell en su carta.

El Gobierno ha decidido lanzar el proyecto primero en la Cámara de los Lores, para tener más tiempo para evaluar las concesiones que deberá hacer para prevenir una rebelión masiva en la Cámara de los Comunes.

En la manifestación frente al Parlamento, el líder sindical advirtió que si ese proyecto sigue adelante, "nos enrumbamos a una situación en la que el Royal Mail va a ser totalmente privatizado".

El Sindicato amenazó con retirarle su apoyo al Partido Laborista si el gobierno sigue adelante con su plan de privatizar parcialmente el Royal Mail, que cuenta actualmente con unos 190.000 empleados.

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