jueves, 12 de febrero de 2009

Brown defiende el nombramiento del vicepresidente del regulador financiero que ignoró las alertas de la crisis

LONDRES.- El primer ministro británico, Gordon Brown, defendió como "correcta" la decisión de nombrar al hasta ayer vicepresidente de la Autoridad de Servicios Financieros, James Crosby, pese a las alegaciones que aseguran que cuando trabajaba anteriormente en HBOS despidió a una analista de riesgos que lo advirtió de que los peligros a los que se exponía dirigían el banco al colapso.

En su intervención en la Comisión de Enlace de la Cámara de los Comunes, Brown aseguró que "se tomaron las decisiones correctas", pese a la polémica desencadenada después de que Crosby, designado en el regulador de la City en la época del mandatario al frente del Tesoro, fuese forzado a dimitir a raíz de la acusación de quien hasta 2005 era responsable del grupo de evaluación de riesgos de la entidad escocesa.

En este sentido, su presencia en la comisión, fijada con anterioridad, coincidió en un momento políticamente delicado para Brown, quien ha visto cómo la presión de este caso ha venido aumentando desde el pasado lunes y, además, se produjo al día siguiente de conocerse el aumento del desempleo en Reino Unido y de la grave evaluación del gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, acerca de la escala de la recesión en la que ya se encuentra el país.

El primer ministro recordó en el Parlamento que quien ha constituido uno de sus asesores de referencia desde sus tiempos en el sector privado había tenido ya la oportunidad de responder a las alegaciones de Paul Moore, quien en una carta remitida el lunes a la Comisión del Tesoro que investiga las causas de la crisis había acusado directamente a Crosby de cesarlo por sus "reiterados" avisos de que las prácticas adoptadas "conducirían al desastre" al sector.

La comparecencia semestral del primer ministro en este foro permitió ampliar más datos de los facilitados ayer por Brown en la sesión de control en los Comunes, ya que explicó que la apuesta por Crosby fue el resultado de un proceso de selección del que se encargó un grupo de cuatro expertos que concluyeron que contaba con el mejor perfil de los seis candidatos que habían evaluado para el cargo.

"Dijeron que era un individuo extraordinario con una destacada inteligencia", aseguró, para concretar a continuación: "Ésa es la recomendación que me hicieron en 2003".

Sin embargo, aprovechó las preguntas de los diputados para incidir en que cuando Crosby fue nombrado para la FSA en 2003, con él al frente de la cartera del Tesoro, el regulador financiero había promovido una investigación sobre los riesgos excesivos a los que HBOS se había sometido, decidida a partir de las advertencias del analista finalmente cesado y de la que no se tuvo conocimiento público hasta hoy.

Según Brown, el proceso, monitorizado por consultores independientes, concluyó que la entidad, actualmente absorbida por Lloyds, había mejorado su perfil de riesgo y estaba reaccionando ante las debilidades apuntadas por Paul Moore, si bien el Gobierno no tuvo conocimiento de los trámites: "No se pasó ninguna información al Tesoro, desde luego, son cuestiones ordinarias que normalmente se gestionaban a partir de la interacción entre la FSA y HBOS".

Así, subrayó que el regulador financiero es "estatutariamente responsable de sus acciones en este área" y, tras insistir en que "se tomaron las decisiones correctas", asumió que, como ministro que dio el visto bueno final a la decisión del panel de expertos, asume la "responsabilidad por lo que pasó".

"Por supuesto que, a posteriori, sabemos que HBOS tenía un problema con su modelo de negocio más relacionado con eso que con las cuestiones que se han sacado en la comisión", alegó.

Por todo, Brown asumió la necesidad de mejorar los mecanismos de control sobre los bancos para dar cobertura al nuevo sistema global que caracteriza al sector financiero, en el que las entidades están expuestas a importantes riesgos en el exterior, en muchos casos superiores a los que padecen en el ámbito interno.

De igual modo, retomó la condena dirigida a principio de esta semana contra la concesión de 'bonus' a los altos ejecutivos de compañías que han fracasado, caso de la propia HBOS, actualmente integrada en el Lloyds Banking Group en el que el Gobierno tiene un 40 por ciento de participación; o de RBS, prácticamente nacionalizado, con el 68 por ciento en manos del Estado.

El primer ministro propuso otorgar a los organismos reguladores la capacidad de penalizar a las entidades que apuestan por esta "cultura de los 'bonus' a corto plazo, que tiene que acabar". No obstante, reivindicó que su gabinete está ya "poniendo las medidas que le pondrán fin" y añadió la necesidad de la FSA impute a los bancos que priorizan los "acuerdos a corto plazo", en vez de las fórmulas de sostenibilidad en el tiempo.

Para ello, avanzó que el nuevo sistema de regulación bancaria se ultimará en paralelo a las nuevas ayudas que prevé promover para recuperar la actividad en el sector y que presentará el 22 de abril junto con el presupuesto que, según avanzó, podría incluir recortes de impuestos adicionales, tras la disminución del IVA al mínimo del 15 por ciento, que hoy mismo volvió a defender pese a que el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha sido el último en cuestionar su eficacia, tras las críticas de Alemania y Holanda.

Por último, Gordon Brown tuvo la oportunidad de responder a las acusaciones que aseguran que adopta demasiadas decisiones y, consecuentemente, confunde a la ciudadanía y, en una clara referencia a los conservadores, a los que alude reiteradamente como el 'partido de no hacer nada', hoy declaró que "lo que no funciona es no hacer nada".

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