miércoles, 25 de febrero de 2009

Bruselas estudia crear un sistema europeo de alerta rápida para prevenir crisis financieras

BRUSELAS.- La Unión Europea debería poner en marcha un sistema de alerta rápida encargado de detectar riesgos para la estabilidad macroeconómica y prevenir así que se repitan crisis financieras como la actual, según se recoge en un informe para mejorar la supervisión financiera elaborado por un grupo de expertos por encargo de la Comisión.

El grupo de expertos, dirigido por el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) Jacques de Larosière y del que formaba parte el economista español José Pérez, descarta crear un supervisor bancario único en la UE, tal y como ha defendido, entre otros, el presidente del BBVA, Francisco González. Como alternativa, aboga por poner en marcha colegios de supervisores para mejorar la coordinación.

El Ejecutivo comunitario se basará en este informe para elaborar sus propias propuestas con el objetivo de crear "un sistema integrado de supervisión en Europa", según anunció su presidente, José Manuel Durao Barroso. El primer esbozo se presentará el 4 de marzo. Barroso dijo que el informe De Larosière constituye una "muy buena base" para sus propuestas y se mostró convencido de que recibirán también el apoyo de los Veintisiete.

"Si frente a la crisis que estamos viviendo, y viendo todos los errores que se han cometido, los líderes europeos no se ponen de acuerdo para hacer avanzar un sistema integrado de supervisión, no lo harán nunca", dijo Barroso.

Los expertos propone crear un Consejo Europeo de Riesgo Sistémico, que estaría presidido por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, y contaría con el apoyo logístico del BCE. Lo formarían los gobernadores de los bancos centrales de los Estados miembros, los presidentes de los comités consultivos de supervisores financieros europeos y un representante de la Comisión.

Su función consistiría en recoger y analizar toda la información sobre el sistema financiero, detectar posibles riesgos y avisar para que se tomen medidas para corregirlos antes de que provoquen una crisis. Si los riesgos identificados tienen que ver con un desequilibrio global en el sistema monetario y financiero, el Consejo Europeo de Riesgo Sistémico avisará a las instituciones financieras internacionales como el FMI o el Foro de Estabilidad Financiera.

De Larosière justificó la necesidad de crear este órgano por considerar que "la verdadera causa de este drama financiero en que nos encontramos" es que "no se hizo sonar la señal de alarma con suficiente fuerza y, sobre todo, con medidas concretas para detener los problemas que han resultado ser desastrosos". A su juicio, las advertencias que lanzaron los organismos internacionales "no fueron tenidas en cuenta y a menudo les faltaban elementos concretos".

Dos son los motivos que han llevado a los expertos designados por el Ejecutivo comunitario a descartar la idea de crear un supervisor único para el sistema bancario europeo. En primer lugar, consideran que de momento se trata de una propuesta "irrealista" desde el punto de vista político porque no sería aceptada por los Estados miembros, según explicó La Rosière. Además, no está claro que este órgano supranacional de supervisión sea "eficaz" porque si no logra evitar un colapso financiero, los Gobiernos no estarán dispuestos a correr con los gastos.

La alternativa que se propone es que los bancos domésticos sigan siendo controlados por los supervisores nacionales. Por lo que se refiere a los grupos financieros transfronterizos, los expertos abogan por crear colegios de supervisores formados por las autoridades responsables de los Estados miembros en los que operen. El liderazgo corresponderá al país donde tenga su residencia la empresa matriz, aunque se refuerza el papel de los supervisores de los Estados miembros donde el banco tenga filiales.

La Comisión había propuesto un sistema parecido para la supervisión de los grupos aseguradores transfronterizos pero un grupo de países, encabezado por España, vetó la iniciativa por considerar que marginaba a los supervisores de los Estados miembros donde la compañía tiene filiales.

Para resolver este problema, De Larosière propone dar más poderes a los comités consultivos de supervisores financieros europeos y convertirlos en tres autoridades: una Autoridad Bancaria Europea, una Autoridad de Seguros Europea, y una Autoridad Bursátil Europea. Estas instancias se encargarían de mediar si hay desacuerdos dentro de los colegios de supervisores entre el del país de la matriz y el país de la filial.

El grupo de expertos considera que estos cambios podrían prepararse durante los años 2009 y 2010 y ponerse ya en marcha en 2011 y 2012.

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