domingo, 15 de febrero de 2009

Dura contracción en la economía japonesa

TOKIO.- La economía japonesa sufrió una dura contracción en el cuarto trimestre, en medio del colapso en la demanda mundial de los bienes exportados por el país, informaron las autoridades económicas nacionales.

El producto interno bruto de Japón, o el valor total de los bienes y servicios del país, se derrumbó a un ritmo anualizado de 12,7% en el periodo que va de octubre a diciembre. El resultado representa el tercer trimestre consecutivo de declinación, luego que el PIB cayó 1,8% en el periodo de julio a septiembre.

Se trata del peor desplome económico de Japón desde la crisis petrolera de 1974.

La economía japonesa, la segunda más grande del mundo, retrocedió un 3,3% en el último trimestre de 2008, lo que supone la mayor caída desde 1974 y un descenso mayor que el 3,1% previsto por los economistas y el mercado.

Además, es el tercer trimestre consecutivo de contracción, la primera vez que esto ocurre en Japón en siete años, ahondando en la recesión.

El PBI japonés acumula una caída anual de 12,7%, superior al 11,7% previsto, según los datos que publicó hoy el Gobierno nipón. El ritmo de contracción superó la mayor caída anual en Estados Unidos en los últimos 27 años, que fue del 3,8%.

La debilitada demanda de vehículos y material electrónico japonés ha provocado un caída sin precedentes en las exportaciones del país del 3,3%, el tercer trimestre seguido de contracción y su peor resultado desde la primera crisis del petróleo, en 1974.

Yosano opina que su Gobierno debe manejar todas las opciones para mantener a flote la economía japonesa, aunque advirtió, en relación al gasto a gran escala, de que Japón no se convertirá en "adicto a los a los analgésicos".

A lo largo del pasado fin de semana, los líderes financieros del G-7 se reunieron en Roma y prometieron hacer lo posible para combatir la recesión, ante el temor de que vuelva a producirse una ola proteccionista, como en la década de 1930.

Precisamente, se prevé que este sea uno de los principales temas a tratar en Tokio por Hillary Clinton, secretaria de Estado estadounidense, en su primer viaje extranjero como tal. Además, Estados Unidos aprobará nuevas medidas para estimular la economía, incluida una provisión a Japón.

Con los tipos de interés de Estados Unidos y Japón cercanos a cero, los líderes del G-7 hubieron de abordar posibilidades más allá de las herramientas económicas convencionales al no poder recortar más los tipos.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, presagió "medidas no habituales" para acabar con la crisis, aunque aclaró que su organismo no ha extraído conclusiones tras la conversaciones con los otros bancos centrales.

A pesar de que no dio más detalles, está previsto que Trichet lo haga en su comparecencia de hoy. "He dicho que no descarto acciones añadidas que no sean habituales, aunque no se ha tomado ninguna decisión aún", apuntó.

El Banco de Inglaterra y el BCE también se están acercando a los tipos de interés cercanos al cero, dejando a los políticos la tarea de buscar alternativas a herramientas tradicionales como recortes de tipos y paquetes de estímulo.

La mayor parte de los bancos centrales de todo el mundo están considerando la posibilidad de comprar acciones para aumentar el suministro de capital e impulsar la demanda. Esta medida ya fue utilizada por Japón a comienzos de la década con diferentes resultados, cuando el país combatía la deflación, una espiral de caída de precios en la que el temor a consumir provoca una caída del gasto.

La Reserva Federal estadounidense ha comenzado a llevar a cabo lo que denomina "facilitación del crédito", medida que podría seguir en el próximo mes el Banco de Inglaterra. Sin embargo, algunos representantes del BCE han asegurado que las medidas ya implantadas están empezando a hacer efecto.

Entre ellas está el recorte de los tipos de interés al 2% este mes, aunque los datos que la semana pasada mostraron la caída de un 1,5% de la economía en la zona euro en el cuarto trimestre de 2008 hacen muy probable que se produzca un nuevo recorte.

Aunque Japón estuvo bastante aislado del colapso de los mercados crediticio e inmobiliario estadounidenses, que precipitaron la crisis global, el ministro de Economía japonés, Kaoru Yosano, aseguró que su país se enfrenta a la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial.

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