Las fuentes consultadas explicaron que Gallois ha plasmado ese compromiso con España "por escrito" y que, además, ha prometido informar con periodicidad de los resultados conseguidos. Todo ello se produce después de que el Gobierno le pidiera explicaciones por el modo en que el consejero delegado de Airbus, Tom Enders, estaba proyectando el proceso de integración de la división español y tras el enfrentamiento directo del presidente de EADS-CASA, Carlos Suárez, con el directivo del fabricante de aviones civiles.
La actuación de Enders fue precisamente la que provocó desde el principio de todo el proceso de reorganización, aprobado el 12 de diciembre por EADS, el enfrentamiento directo del alemán con el presidente de la División de Aviones de Transporte Militar, el español Carlos Suárez, quien considera que estaba restando peso específico y competencias a su industria de aviación militar.
El compromiso verbal y por escrito de Gallois con el Gobierno español llegó, en todo caso, después de que Suárez comunicará personalmente por escrito al consejero delegado del grupo empresarial y al propio Enders sus "diferencias técnicas" sobre el modo en que pretendía desarrollar la reorganización.
En su carta privada y confidencial, Suárez dejó claro al directivo alemán y al francés en términos rotundos que nunca aceptará una integración de su división en Airbus con las condiciones establecidas por Enders porque existen "diferencias fundamentales" entre ese modelo y el pactado el 12 de diciembre por el consorcio.
Además, anunció que desde ese día, el pasado 2 de febrero, dejaría de acudir a cualquier "foro ejecutivo" de EADS y subrayó que su postura se basa en la defensa de la División de Aviones de Transporte Militar y, por tanto, de Airbus y de todo el conglomerado EADS.
"Lanzar el proceso de integración en esta condiciones, según mi punto de vista, no nos llevará a ninguna parte que no sea a un completo e innecesario colapso, que no es precisamente lo que necesitamos en momentos de crisis a la vez que afrontamos grandes retos en programas críticos y muy especialmente cuando tenemos el A400M en la 'picota'", trasladó el presidente de la MTAD a los directivos alemán y francés.
La misiva de Suárez a Gallois y Enders marcó un antes y un después en su carrera profesional en el consorcio aeroespacial y provocó que el consejero delegado del grupo presionara para conseguir su cese, rechazado por España y que, a día de hoy, todavía no ha sido aprobado por el Consejo de Administración del grupo, según remarcaron las fuentes consultadas por Europa Press.
España mantiene su respaldo al presidente de EADS por su defensa de la industria de aviación militar nacional en este proceso y por los logros conseguidos por su división desde su llegada, entre ellos los contratos multimillonarios de aviones cisterna dotados con el sistema de diseño español 'Boom' y adquiridos por Reino Unido, Australia y Arabia Saudí.
El Consejo de Administración del consorcio tenía previsto reunirse el pasado miércoles para someter a votación el cese de Suárez pero el encuentro finalmente se pospuso, sin que se haya fijado una nueva cita.
El representante español, Juan Manuel Eguiegaray, no iba a asistir a esa reunión para expresar de ese modo que España no acepta el cese del presidente de EADS-CASA y porque, además, esperaría que el grupo empresarial le consultara antes de plantearse votar cualquier candidato para suceder a Suárez.
La salida de Carlos Suárez del grupo aeronáutica está asumida como previsible por la mayoría de los actores gubernamentales y empresariales que integran EADS, salvo España, que quiere mantenerlo por su postura de firmeza en defensa de la industria nacional y por su trayectoria profesional.
Las fuentes consultadas incidieron en que la decisión podría aplazarse por un largo periodo por la postura de España, que no estará presente en una votación para cesar al presidente de su industria de aviación militar y que en todo caso esperará a ser consultada sobre el relevo.
El enfrentamiento directo entre Enders y Suárez por el modo en que debe realizarse la integración en Airbus fue comunicado personalmente por el español al consejero delegado del grupo, el francés Louis Gallois, quien no respaldó al español aunque sí reconoció personalmente al Gobierno que dirige José Luis Rodríguez Zapatero que el responsable de Airbus había incumplido los términos en que debía realizarse la reorganización y, por tanto, que las "diferencias fundamentales" que denunció Suárez en su misiva son ciertas.
A pesar de la salida de Suárez, que España pretende mantener en el cargo al menos hasta concluir satisfactoriamente la reorganización del consorcio, el enfrentamiento interno en el seno de EADS ha permitido delimitar que la responsabilidad de los problemas en el A400M no recae en la División de Aviones de Transporte Militar (MTAD) sino en otras cuestiones relacionadas con el tipo de contrato y la magnitud excesiva de los requisitos que se exigen a la nueva aeronave de carga.
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