Durante la clausura del ciclo 'Los retos económicos para el futuro' organizado por la Fundación Ramón Areces, Malo de Molina aseguró que la relación entre flexibilidad y seguridad en España sigue siendo "insatisfactoria", por lo destacó la importancia de acometer reformas que consigan mejorar esta relación.
De esta forma, Malo de Molina mantiene la tesis defendida por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, de que hay que reformar el mercado laboral y rebajar el coste del despido para hacer frente a la crisis económica, a pesar de que el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha puesto en tela de juicio hoy las propuestas del supervisor financiero argumentando que ése no es el camino para alcanzar la recuperación.
En esta misma línea, tanto el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, como los sindicatos han criticado la propuesta del Banco de España y han pedido a su gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que dirija la mirada hacia la banca a la hora de elaborar recetas económicas.
A pesar de todas estas críticas, Malo de Molina ha vuelto a insistir en que estaría justificado recurrir a medidas excepcionales y transitorias que maximicen los incentivos al mantenimiento de las plantillas y la contratación de trabajadores, con el objetivo de paliar la sangría del desempleo y detener su efecto amplificador en la recesión económica.
"Los sistemas vigentes de contratación y negociación colectiva todavía adolecen de rigideces que obstaculizan la adecuada respuesta en forma de flexibilidad salarial y que tienden a desplazar la mayor parte del ajuste a través del empleo", subrayó.
Sin embargo, para el director del Servicio de Estudios del banco emisor, el desafío "más importante" que tiene afrontar la economía española es preservar la liquidez, ya que "resulta fundamental que la estabilidad del sistema financiero no se convierta en una rémora cuando empiece a despejarse la crisis internacional y se den las bases para el inicio de la recuperación económica".
A su juicio, la forma en que la que se resuelva este desafío "será determinante" para que la economía pueda contar con la financiación adecuada, por lo que la solidez patrimonial de las entidades y la "prudencia en la evolución y asunción de riesgos" son "condiciones indispensables" para el "adecuado reestablecimiento" del flujo del crédito.
"Si el sistema financiero se debilitara severamente, como ha ocurrido en otros países, la financiación de la economía se haría aún más difícil y el crecimiento se resentiría en mayor medida", advirtió Malo de Molina, quien, sin embargo, admitió que no será posible retornar a las condiciones de holgura en la financiación que habían prevalecido hasta ahora.
Malo de Molina destacó también el "importante papel" que jugará la política fiscal en la recuperación, así como la necesidad de evitar que los desajustes de competitividad supongan una "mayor severidad" en la contracción de la actividad y el empleo. "Mantener el crecimiento de los costes por debajo de nuestros competidores del área euro forma parte del ajuste necesario y permitirá generar ganancias de competitividad", sostuvo.
Finalmente, apostó por relevar al sector inmobiliario como dinamizador de la economía facilitando las condiciones de flexibilidad y estímulo que permitan emerger aquellas actividades en las que la economía española tiene más ventajas.
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