miércoles, 11 de febrero de 2009

El Banco de España pide reformas laborales "urgentes"

ZARAGOZA.- El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, advirtió hoy de que las numerosas ineficiencias en el sistema laboral español determinan el "rotundo fracaso" en el objetivo de reducir el desempleo, por lo que insistió en la necesidad de emprender "con urgencia" reformas de las instituciones laborales.

"La grave crisis de desempleo que estamos sufriendo actualmente debería llevarnos a examinar qué podemos cambiar de nuestro mercado de trabajo", dijo Fernández Ordóñez en las Jornadas sobre 'la singularidad de las cajas de ahorros' organizadas por la Federación de Usuarios de Cajas.

Fernández Ordóñez explicó que España sigue con un sistema de tratamiento de la contingencia por desempleo que en su día fue parecido al de otros países europeos, pero que todos han reformado en las últimas décadas.

Según concretó, en el sistema español la ayuda al desempleado combina la prestación pública con el pago de una cantidad que se abona de una vez, relacionado con el tiempo que ha permanecido en una sola empresa, pago que corre a cargo de la empresa y no del Estado, lo que provoca una menor productividad y el fracaso en el objetivo de reducir el desempleo.

El gobernador del instituto emisor precisó que los costes del despido descansan a cargo exclusivamente en el sector privado, lo que desanima la creación de empresas y la contratación en general, si bien se mostró contrario a centrar el debate exclusivamente sobre el abaratamiento del despido.

"El sistema español es ineficiente", sostuvo Fernández Ordóñez, para quien es absolutamente necesario estudiar y difundir las reformas que han hecho otros países europeos y escoger aquellas alternativas que permitan aumentar la productividad.

Fernández Ordóñez recalcó que los principales problemas de la economía española son estructurales, por lo que "la tarea principal es mejorar e impulsar la productividad y aprovechar estos momentos para reformar las normas e instituciones, porque aquello que hagamos para mejorar la productividad no tiene contraindicaciones para salir de la crisis".

Al contrario, estimó el máximo responsable del instituto emisor, "lo que hagamos para mejorar la productividad puede ayudarnos a salir más rapidamente de la crisis". A su parecer, la reforma laboral es "la más importante de cara a relanzar la creación de empresas y reducir el paro".

Según sus previsiones, es "altamente improbable" que la economía española pueda crecer como en el pasado si no se acometen reformas, especialmente laborales. "Es muy difícil imaginar cómo, sin reformas, la economía española podría comportarse en el futuro tan positivamente como lo ha hecho en las pasadas décadas.

El gobernador del Banco de España consideró "palmario" que los mecanismos de ajuste laboral de la economía española no funcionan de la forma adecuada, e incidió en que España ha conseguido en 2008 lucir "una vez más el lamentable récord" de contar con la tasa más alta de desempleo de la OCDE, así como registrar la mayor velocidad en el aumento del paro de todos los países desarrollados.

"La práctica imposibilidad de descolgarse de la negociación colectiva", la escasa participación de las remuneraciones en los beneficios empresariales, los mecanismos de indiciación salarial sin ninguna conexión con la situación de las empresas y la intervención del Estado por medio de autorizaciones preceptivas que impide que las empresas aumenten su productividad, son otras de las singularidades del mercado laboral español frente al de otros países desarrollados, especificó.

La liberalización de los plazos de alquiler es otra de las medidas que Fernández Ordóñez considera "crucial" para reducir el coste de los alquileres y poder hacer un ajuste inmobiliario más suave, sin que se desplome el valor de las viviendas, la riqueza en la que los españoles tienen concentrado su patrimonio.

Relanzar las privatizaciones, el impulso de la competencia en numerosos sectores también es fundamental, en su opinión, porque reduciendo los márgenes empresariales injustificados se consigue aumentar los salarios de los trabajadores sin perjudicar la competitividad.

En cualquier caso, dejó claro que las reformas estructurales sólo pueden llevarse a cabo si cuentan con la necesaria aceptación social.

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