lunes, 23 de febrero de 2009

El 'caso Stanford' fue seguido durante años por las autoridades

NUEVA YORK.-Durante años, hubo señales de alarma. Tanto en el caso del presunto fraude mediante inversiones de pirámide que involucra a Bernard Madoff, como en el escándalo de R. Allen Standord que provocó pánico en América Latina, todo parece claro y evidente ahora.

Pero a pesar de las muchas señales recibidas por la Comisión de Valores y Cambio (SEC) y otros organismos reguladores, Stanford pudo continuar con sus actividades durante años.

Desde su pequeña oficina en el norte de Londres, cerca de una tienda de patatas y pescado, hasta los certificados de depósito vendidos por su banco en Antigua, que prometían enormes ganancias, emanaron varias muestras obvias de que los negocios de Stanford no eran lo que parecían.

Entre ellas se cuentan los siguientes:

- Las autoridades mercantiles encontraron en el 2007 que la empresa de Stanford carecía de capitales suficientes como para funcionar como una correduría eficiente. La empresa pagó 20.000 dólares para dejar atrás las acusaciones presentadas por la Asociación Nacional de Corredores de Valores (NASD), el organismo regulador interno de la industria, sin negarlas o admitirlas.

- Los negocios de Stanford fueron revisados e investigados, en varias ocasiones en el 2006 por la SEC y previamente en el 2004 por la NASD, ahora denominada Autoridad Reguladora de la Industria Financiera (FINRA).

La investigación de la NASD resultó en varias medidas disciplinarias, entre ellas cuatro multas contra la firma, por un total de 70.000 dólares, debido a infracciones que incluyeron el no dar la orientación correcta a los inversionistas sobre los riesgos de los certificados de depósito.

- Una demanda presentada en el 2006 por un ex empleado afirma que la empresa de Stanford manejaba un esquema fraudulento de ventas multiniveles. Otros dos ex empleados declararon en una demanda presentada en enero del 2008 que el banco de Stanford en Antigua, Stanford International Bank Ltd., vendía certificados basados en ganancias exageradas y destruyó los documentos al respecto.

- La junta directiva de la empresa bancaria incluía al padre de Stanford, su compañero de cuarto en la universidad y un amigo de la familia, que continuó en ella tras padecer un debilitante derrame cerebral.

- La empresa de contaduría con sede en Antigua que realizó la auditoría del banco era pequeña y poco prestigiosa.

- Una recomendación emitida en 1999 por el Departamento del Tesoro advirtió a los bancos estadounidenses el tener cuidado en los negocios con instituciones de Antigua. Indicó que el nuevo jefe de las autoridades reguladoras en esa nación era básicamente un rehén de los bancos internacionales a los que debía supervisar. La advertencia fue retirada en el 2001.

La semana pasada, la SEC presentó una demanda civil contra Stanford, acusándolo de realizar un "enorme" fraude. Indicó que con promesas falsas canalizaba el dinero de sus inversionistas en bienes raíces y otros de difícil conversión a efectivo. Agentes del FBI en Houston realizaban una investigación paralela al respecto.

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