lunes, 2 de febrero de 2009

El desempleo sigue aumentando en China mientras las autoridades se inquietan

PEKÍN.- Unos 20 millones de obreros migrantes están sin trabajo en China a causa de la crisis económica, anunciaron este lunes las autoridades, en alerta por un posible agravamiento de las tensiones sociales.

"Según nuestros cálculos, el 15,3% de los 130 millones de campesinos que emigran para trabajar ha perdido su empleo o no lo han encontrado", afirmó Chen Xiwen, un responsable gubernamental encargado de la planificación rural.

En consecuencia, "unos 20 millones de trabajadores rurales migrantes han perdido su empleo o no han encontrado aún, y han vuelto a sus casas, a causa de la crisis", especificó el responsable, citando una reciente investigación del ministerio de Agricultura, efectuada en 150 pueblos de 15 provincias.

Poco antes de conocerse la cifra, el primer ministro chino Wen Jiabao dijo al diario Financial Times que el país ha de tomar "medidas extraordinarias" para reanimar la economía del país, más allá del plan de estímulo de 580.000 millones de dólares anunciado el pasado año.

Los datos son mucho más alarmantes que los publicados hace diez días por el gobierno, que entonces dijo que unos seis millones de personas habían vuelto a sus casas tras perder su empleo por culpa de la crisis.

"Una vez de vuelta a sus pueblos, ¿cómo hacen para ganarse la vida? He aquí un nuevo factor que tiene un impacto en la estabilidad social", destacó Chen.

Las autoridades se han mostrado preocupadas en las últimas semanas por el empleo, especialmente entre los trabajadores más vulnerables, los campesinos que parten a trabajar en las regiones industrializadas.

Alrededor del 55% de los 1.300 millones de chinos, es decir 727,5 millones, son campesinos, según estimaciones oficiales.

Entre ellos, al menos unos 130 millones han partido de sus pueblos para buscar un empleo en las zonas industriales del sur y el este del país.

Según Chen, cada año entre seis y siete millones de personas optan por esa vía, por lo que unos 25 millones de trabajadores rurales podrían verse en dificultades.

"Asegurar el empleo, es asegurar la estabilidad rural", sentenció.

El gobierno teme ante todo una escalada de las tensiones sociales, en un país que cada año vive decenas de miles de "incidentes sociales", por parte de campesinos cuyas tierras son confiscadas, obreros explotados, o ciudadanos víctimas de la contaminación.

La inquietud de las autoridades fue avivada por la brusca desaceleración de la economía, que creció un 9% en 2008, y sólo un 6,8% en el último trimestre, muy por debajo del 13% de 2007, según estadísticas oficiales.

El sector manufacturero, que representa el 40% de la economía china, ha sido uno de los primeros afectados por la desaceleración, en particular las fábricas orientadas a la exportación.

El pasado mes, "la ralentización de la economía china y de las economías mundiales provocó un declive de la producción por sexto mes consecutivo", destacó este lunes la sociedad CLSA Asia-Pacific Markets, que dio parte de un nuevo Índice de Directores de Compra (PMI) inferior a 50 (42,2), lo que significa que la actividad manufacturera se contrajo.

Los analistas estiman que el Producto Interior Bruto de China (PIB) debe crecer al menos 8% al año para mantener la tasa de empleo a un nivel aceptable.

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