lunes, 9 de febrero de 2009

El Eurogrupo pide a las empresas que no recurran a los despidos colectivos y apuesten por paros parciales

BRUSELAS.- Los ministros de Economía de la eurozona lanzaron hoy un llamamiento a las empresas para que no recurran a los despidos colectivos sino que busquen alternativas para hacer frente a la crisis económica como los paros parciales o las reducciones de jornada.

"El recurso rápido y sin matices a los despidos colectivos no constituye un buen método. Nos gustaría que en la medida de lo posible las empresas utilicen lo más ampliamente posible los paros parciales", explicó el primer ministro luxemburgués y presidente de turno del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, al término de la reunión.

Juncker calificó de "inquietante" la situación del mercado laboral comunitario por el fuerte aumento del paro y vaticinó que el nivel de desempleo seguirá subiendo durante el año 2009.

Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, señaló, al ser preguntado por la promesa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de no abaratar el despido, que la prioridad ahora "es de crear en el mercado de trabajo las condiciones necesarias para que las empresas que tienen una caída de producción no recurran al despido, a reducir sus efectivos, sino que utilicen la flexibilidad necesaria como para reducir jornadas o encontrar la manera de mantener los efectivos aunque la producción baje".

"Eso se puede conseguir a través de la combinación de diferentes instrumentos, entre los que están pactados en la negociación colectiva, con la utilización de fórmulas como los expedientes de regulación de empleo en España con suspensión de contrato", explicó Almunia, que resaltó que este tipo de prácticas permiten "una mejor utilización de los recursos humanos" y "una mejor protección de los empleos".

Las mejores políticas de empleo, prosiguió el comisario de Asuntos Económicos, son las que aceleran la adaptación y las transiciones en el mercado laboral. Por ello, Bruselas aboga por combinar la protección de los parados con incentivos adecuados para volver a trabajar, de forma que los parados no rechacen ofertas de empleo, y reforzar las actividades de formación para aumentar la posibilidad de encontrar nuevos trabajos lo antes posible.

Los ministros de Economía del Eurogrupo acercaron posiciones sobre el tratamiento que hay que dar a los 'activos tóxicos' que tienen los bancos para sanearlos y recuperar la confianza. Almunia dijo que espera que se llegue a conclusiones sobre esta cuestión este martes, mientras que Juncker alertó de que "es esencial para algunos bancos que encontremos rápidamente una forma de tratar los activos tóxicos". La idea que se baraja en algunos Estados miembros es la creación de 'bancos malos' que se queden con estos activos.

"En algunos países y para algunos bancos, teniendo en cuenta su situación específica, un buen tratamiento de los activos tóxicos puede contribuir a la estabilidad financiera", insistió el presidente del Eurogrupo, que precisó que estas medidas serían "complementarias" de los planes de rescate bancario aprobados el pasado otoño.

No obstante, avisó de que la manera de tratar estos activos tóxicos "puede producir impactos bastante considerables sobre las finanzas públicas" y dijo que en todo caso el uso de este mecanismo "no debe dar lugar a distorsiones de competencia".

También Almunia subrayó la necesidad de garantizar la "igualdad de trato" de todos los Estados miembros y todos los bancos, aunque dejó claro que no se adoptará una "solución de talla única" sino una "caja de herramientas" para que cada país utilice la que mejor se adapte a su situación.

El comisario de Asuntos Económicos enumeró los tres principios que a juicio de Bruselas deben tenerse en cuenta a la hora de poner un precio a estos activos tóxicos: la transparencia en el método de valoración y la independencia de las personas o entidades que fijen el precio; la igualdad de trato independientemente de la "técnica" que se use para tratar estos activos; y un reparto "adecuado" de la carga entre accionistas y contribuyentes.

Finalmente, los ministros de Economía de la eurozona examinaron la aplicación de los programas de estímulo fiscal para hacer frente a la recesión y constataron que de momento no ven necesario aplicar una segunda ronda de planes al menos hasta que no se vean los efectos de la primera tanda. Asimismo, reiteraron su compromiso de volver a la consolidación fiscal una vez que pase la crisis.

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