domingo, 15 de febrero de 2009

El G-7 pasa la pelota al G-20 al evitar en Roma decisiones fuertes anticrisis

ROMA.- Los mercados reaccionarán indiferentes a la reunión del G7 de Finanzas el sábado en Roma, advierten los analistas, para quienes el club de los ricos evitó tomar decisiones contundentes ante la crisis y pasó la pelota al G20, que se dará cita en abril en Londres.

El encuentro en la capital italiana de los ministros de Finanzas del G7 -Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, Canadá-, finalizó con una declaración de principios generales, esencialmente, la necesidad de estabilizar la economía y el mercado financiero y el compromiso de evitar el proteccionismo.

Según Marco Annunziata, jefe economista del banco italiano UniCredit, la reunión "dejará a los mercados indiferentes".

"Estoy un poco decepcionado, la referencia al proteccionismo es muy genérica, mientras que algunos países como Estados Unidos y Francia han tenido este tipo de tentación. Hubiera preferido una declaración más concreta", lamenta.

Washington ha sido criticado por su cláusula 'Buy American' ('Compre estadounidense') incluida en su plan de estímulo económico y París por condicionar su ayuda al sector del automóvil a que los fabricantes no deslocalicen sus fábricas.

"No hubo detalles de las medidas que podrían relanzar la economía", destaca Annunziata. Pese a la promesa de los miembros del G7 de "actuar juntos", "lo que hemos visto en los últimos meses es que estos países hacen lo que pueden para relanzar la economía, pero cada uno por su lado", según el economista.

Giuliano Noci, profesor del Instituto Politécnico de Milán, esperaba por su parte un "llamamiento más fuerte a una conclusión rápida de la ronda de Doha" para la liberalización del comercio mundial, bloqueada desde hace años, puesto que es "indispensable para que el proteccionismo no eche raíces".

Noci hubiera preferido además que se adoptara una "línea de acción sobre la gestión de los activos tóxicos (de los bancos) y de los productos derivados que causaron la enorme crisis financiera, pero todo eso se ha dejado para más tarde".

Según Annunziata, la única novedad aportada por la reunión del G7, iniciada el viernes con una cena, es el cambio de postura frente a China, que juzga de "muy constructivo". El comunicado final de Roma saludó el compromiso de Pekín de promover una tasa de cambio más flexible del yuan, que contrasta con el tono firme adoptado en las últimas reuniones y las recientes acusaciones por parte de Estados Unidos.

"Una situación de tensión entre Estados Unidos y China sería peligrosa para los mercados. El hecho de que China continúe comprando bonos del Tesoro estadounidense es esencial" para la estabilidad económica, según Annunziata.

Los comentarios el mes pasado del secretario del Tesoro, Timothy Geithner, que dijo que el presidente estadounidense, Barack Obama, estimaba que China manipulaba las cotizaciones de su divisa para apoyar sus exportaciones "irritaron a los chinos, pero todo el mundo los necesita", subraya Noci.

Pero "los principios" adoptados por el G7 "no tendrán valor si no son retomados por el G20, en el que China tiene un peso muy importante", recuerda.

El G20, que reúne al G7 y las principales economías emergentes, se reunirá en una cumbre a nivel de jefes de Estado el 2 de abril en Londres para trazar las grandes líneas de reforma del sistema financiero.

La cita "será mucho más importante, puesto que los países del G7 no pueden resolver solos la crisis", dice Annunziata.

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