martes, 24 de febrero de 2009

El posible nombramiento de un colaborador de Sarkozy al frente del segundo grupo bancario galo crea polémica

PARÍS.- El probable nombramiento del 'número dos' del Elíseo, Francois Pérol, al frente del grupo bancario francés que surgirá de la fusión entre Caisse d'Epargne y Banques Populaires, ha generado una ola de críticas en la oposición pero el presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo hoy en Roma no ver "ningún problema" deontológico.

"La política de nombramientos del Gobierno siempre se basa en el mismo critero: la competencia, la competencia y además la competencia", dijo tras poner de relieve que no hay polémica cuando nombra a alguien surgido de las filas de la izquierda.

No obstante, la primera secretaria de los socialistas franceses, Martine Aubry, se confesó "sorprendida" y le recordó a Sarkozy que debería saber que es el jefe del Estado y que no tiene por qué nombrar a los presidentes de la banca "entre directores de prensa, fiscales o, en un futuro, jueces de instrucción".

"En ese preciso momento, se cambia de Estado", declaró. "Ya no estamos en una República con una función pública que cumple su función y una función privada que nombra en los consejos de administración hombres y mujeres competentes para dirigirlos", agregó Aubry.

Para el presidente del centrista MoDem, François Bayrou, este nombramiento es pura y simplemente "ilegal" y tropieza al mismo tiempo contra la "deontología" y el código penal". A su juicio, todos los textos deontológicos y penales prohiben a una persona que haya tenido responsabilidades públicas ejercer una función en la empresa privada antes de un periodo de tres años.

Así pues, Bayrou, cree que Nicolas Sarkozy y sus colaboradores "retoman al más alto nivel las peores costumbres de mezclar el Estado con el poder y sus clanes, y el mundo económico". "Eso no se puede aceptar", remachó.

La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, anunció ayer que el Estado inyectará "entre 2.500 y 5.000 millones de euros suplementarios" en forma de préstamos subordinados convertibles en acciones a la nueva entidad que surja de la fusión entre Caisse d'Epargne y Banque Populaire, una operación que culminará esta misma semana.

Lagarde no quiso confirmar que será Pérol quien se sitúe al frente del que será el segundo grupo bancario francés pero dio a entender que su elección respondería a criterios "de confianza y competencia".

Además, resaltó la importancia de que el Estado pueda tener "representantes dignos de confianza y dotados de competencia" cuando pone dinero público en un establecimiento bancario. "Si fuera él me parecería una elección de confianza y de competencia", dijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario