lunes, 23 de febrero de 2009

España apuesta por defender en la Cumbre del G-20 la resistencia ante las medidas proteccionistas

MADRID.- El secretario general de Comercio Exterior, Alfredo Bonet, consideró hoy que España debe llevar a la próxima Cumbre del G-20 una "posición clara" de defensa de la apertura de los mercados y de resistencia ante las medidas proteccionistas, al entender que su impacto es "sumamente perjudicial" en el medio plazo y que el proteccionismo constituye un "espejismo" en una crisis internacional.

"Debemos intentar que todo el mundo se convierta a este principio, porque esto es una crisis global y con medidas nacionales no se arregla; hace falta coordinación y concertación", subrayó Bonet en el marco del XXII Curso de Economía organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).

El alto cargo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio señaló que "hay que tener cierta precaución" sobre el modo en se están aplicando los planes de recuperación o planes de ayudas a sectores como el automovilístico a nivel global, y defendió la necesidad de evitar que el mercado interior de la UE se ponga en riesgo por este tipo de medidas.

Según precisó, el 70% de las exportaciones españolas de bienes y el 73% de las de servicios se destinan al resto de países de la UE, por lo que se trata de un mercado que "tiene que mantenerse abierto y en perfecto funcionamiento".

Preguntado acerca de las recientes declaraciones del titular del ramo, Miguel Sebastián, en las que anima a los consumidores a comprar productos españoles, Bonet sostuvo que las medidas proteccionistas son regulatorias y "se adoptan en el BOE", por lo que consideró que las afirmaciones del ministro constituyen "más un deseo de elevar el nivel de aceptación por parte de los consumidores de los productos españoles" que la intención de aplicar medidas de este tipo.

Además, el secretario general consideró que en la Cumbre del G-20, que se celebrará el próximo mes de abril en Londres, se debe apostar por hacer un esfuerzo para alcanzar un acuerdo en la Ronda de Doha, que, en su opinión, "está muy cerca".

Respecto a la evolución del comercio, detalló que las previsiones de los organismos internacionales apuntan a que el comercio internacional se reducirá en 2009 entre un 2% y 3%, lo que supone la mayor caída desde la crisis del petróleo en los años 70.

En el caso de España, estimó que las exportaciones "no se salvarán" de la contracción del comercio mundial y descenderán "algún que otro punto", mientras que el valor de las importaciones se reducirá "sensiblemente" más que las exportaciones, por el abaratamiento del petróleo y por la contracción del consumo interno.

Según indicó, esta evolución tendrá un "impacto más favorable" sobre la aportación del comercio exterior al crecimiento. "Las exportaciones van a decrecer menos que las importaciones, por tanto la aportación del sector exterior va a ser positiva, lo que ya está ocurriendo los últimos trimestres, en vez de negativa como los últimos años", recalcó el secretario general tras recordar que el Gobierno estima para este año una aportación del 1,6% al PIB.

Bonet remarcó durante su intervención que el comercio no es causa de la situación de crisis, sino "más bien una víctima", pero defendió que las políticas comerciales y de apoyo al comercio si constituyen parte de la solución.

Así, insistió en que con la crisis, la salida al exterior "es más difícil, pero a la vez más importante", al tiempo que opinó que las empresas han sabido adaptarse a la internacionalización y se van a adaptar a este proceso de desaceleración de la economía mundial.

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