lunes, 16 de febrero de 2009

España, séptima en una clasificación de competencia de la OCDE

MADRID.- España se ha convertido en el país que más ha mejorado en términos de calidad de competencia entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, informó el lunes el Ministerio de Economía y Hacienda.

Según el informe "Sistema de indicadores de regulación de mercados de productos", que mide la calidad de la competencia, realizado para el periodo 2003-2007, España es el país de la OCDE que más ha progresado en el indicador de regulación en los mercados de bienes y servicios, pasando del puesto decimonoveno en 2003 al séptimo en 2007, dice una nota de prensa del ministerio.

En declaraciones recogidas en la nota, el ministro de Economía, Pedro Solbes, dijo que los resultados del informe han sido muy favorables y reflejan el esfuerzo liberalizador de los últimos años.

El estudio dice asimismo que las reformas acometidas han sido más profundas que la media de la OCDE, siempre según Economía, y que España cuenta con un marco regulatorio más favorable para la competencia que la media de los 27 países analizados.

Por delante sólo se sitúan Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Islandia, Países Bajos y Dinamarca.

Las reformas realizadas han logrado reducir el control estatal sobre las empresas y las barreras para los emprendedores, el comercio exterior y la inversión.

Este tipo de políticas ha llevado a España a ser el tercer receptor europeo de inversión extranjera directa, dice el ministerio.

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, declaró, según la nota, que "el impacto de la actual crisis financiera, del parón de la economía mundial y del 'pinchazo' de la burbuja inmobiliaria hubiera sido mucho más fuerte en España si no se hubiera avanzado tanto en la reforma de las regulaciones".

La OCDE destaca lo que considera avances en los sectores de la electricidad, el gas y las telecomunicaciones. La liberalización en gas y electricidad fue incluso más allá que la mayoría de los países europeos, subraya el informe, y la apertura en otros sectores, como el transporte aéreo y terrestre, también ha sido importante.

El informe también señala aspectos en los que España debe mejorar, como la reducción de cargas y trámites administrativos, el acceso a los servicios profesionales, los entes reguladores sectoriales y el comercio minorista.

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