jueves, 19 de febrero de 2009

Japón incrementa sus esfuerzos para hacer frente a la recesión

TOKIO.- El Banco Central de Japón (BoJ) anunció este jueves planes para gastar más de 10.000 millones de dólares en la compra de bonos empresariales a fin de hacer frente a la contracción del crédito en la mayor economía asiática.

El Banco de Japón (central) dejó sus bajísimas tasas de interés sin cambios, en el 0,1% por segundo mes consecutivo, mientras busca nuevas armas contra lo que el gobierno ha descrito como la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial.

El banco anunció que comprará hasta un billón de yenes (10.700 millones de dólares) en bonos corporativos a los bancos comerciales, una medida que el presidente del BoJ, Masaaki Shirakawa, describió como "extremadamente inusual".

También extendió algunas medidas extraordinarias ya existentes para mantener el flujo del crédito a las compañías en dificultades, sólo días después de informaciones que muestran que la economía japonesa ha sufrido su peor contracción trimestral desde 1974.

Shirakawa dijo que la primera mitad de 2009 será "muy dura" pero expresó esperanzas de que la economía comience a recuperarse después.

El banco, que advirtió el mes pasado que la economía japonesa se enfrentaba una recesión de dos años, pintó un cuadro sombrío de la segunda economía mundial.

"Las condiciones económicas se han deteriorado significativamente y probablemente continúen deteriorándose por ahora", indicó.

Las preocupaciones sobre la economía japonesa se han profundizado tras una ola de datos en rojo, incluidas cifras difundidas el lunes que muestran que la economía se contrajo a un ritmo anual de 12,7% en el cuarto trimestre de 2008.

Las inquietudes de los inversores sobre el manejo de la crisis económica por parte del Gobierno también han aumentado desde que el ministro de Finanzas del gobierno de Taro Aso renunció el martes tras acusaciones de que estaba borracho en una reunión del G-7 en Roma.

El BoJ ha recortado el costo del endeudamiento oficial desde octubre. Con poco margen de maniobra para reducir aún más sus tasas de interés, busca herramientas alternativas para alentar el consumo.

El banco ya ha aplicado políticas monetarias no convencionales en el pasado.

Tras recortar las tasas de interés a cero tras la recesión de los años 1990, comenzó a inundar el sistema financiero con efectivo en 2001 según una política conocida como "flexibilización cuantitativa" destinada a poner fin a la larga espiral deflacionaria.

El banco terminó con esta política en 2006, cuando la economía se recuperaba lentamente de su larga caída, y luego subió las tasas, que se hallaban en el 0%.

Con la economía japonesa otra vez en problemas, los analistas consideran que el BoJ regresa a un terreno conocido.

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