martes, 3 de febrero de 2009

La Comisión Europea autoriza a Francia a conceder hasta 500 millones en créditos blandos a fabricantes de productos 'verdes'

BRUSELAS.- La Comisión Europea autorizó hoy a Francia a poner en práctica un plan que permitirá a las autoridades regionales o locales conceder hasta 500 millones de euros en créditos blandos durante dos años a los fabricantes de productos 'verdes'.

Este mecanismo forma parte de las medidas adoptadas por las autoridades francesas para hacer frente a la crisis económica actual, y su objetivo es ayudar a las empresas que están teniendo problemas de financiación debido a la contracción del crédito y facilitar al mismo tiempo sus inversiones en productos con menor impacto medioambiental.

Gracias a este régimen, los poderes públicos, y en particular las autoridades locales y regionales, podrán conceder hasta el 31 de diciembre de 2010 préstamos bonificados con una duración máxima de dos años. El Ejecutivo comunitario considera que esta medida es compatible con las directrices diseñadas por Bruselas sobre las ayudas públicas que pueden conceder los Estados miembros para hacer frente a la crisis económica.

"Esta medida permitirá suavizar las restricciones de crédito que sufren las empresas afectadas por la coyuntura actual, siempre que inviertan en productos más respetuosos con el medio ambiente", señaló la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, a través de un comunicado.

"Ello incitará a las empresas a prepararse para los retos del futuro, permitiéndoles salir de la crisis con un modelo de negocio más en línea con los objetivos medioambientales de la UE", agregó.

Estas subvenciones sólo podrán concederse a productos que vayan más allá de las normas comunitarias en materia de medio ambiente o que se anticipen a estas normas. Además, la reducción del tipo de interés no podrá exceder el 50% para las pymes y el 25% para las grandes empresas en relación a la tasa de referencia, y debe tener en cuenta el perfil de riesgo de la empresa en el momento de la concesión del crédito.

El plan sólo se aplicará a las empresas que no tenían problemas antes del 1 de julio de 2008 o que empezaron a tenerlos a partir de esa fecha como consecuencia de la crisis económica. Finalmente, las autoridades francesas deberán realizar informes de seguimiento que examinen los sectores de actividad cubiertos y los beneficios para el medio ambiente de la medida.

Se trata de la segunda medida que la Comisión autoriza a Francia para ayudar a las empresas a hacer frente a la crisis económica. En enero, Bruselas ya aprobó aumentar el importe de las ayudas públicas directas a 500.000 euros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario