viernes, 20 de febrero de 2009

La crisis económica se ceba en Europa

FRANCFORT.- La crisis mundial sacudía este viernes a las Bolsas y se cebaba especialmente en Europa, donde la publicación de una nueva ola de malos datos económicos no deja vislumbrar la luz al final del túnel y presiona a los líderes que se reunirán el domingo en Berlín antes del G-20.

El índice compuesto PMI de actividad en el sector servicios y manufacturero de los 16 países de la zona euro cayó a un nivel mínimo récord en febrero, según una primera estimación de la sociedad Markit publicada este viernes.

El índice de confianza industrial en Francia también registró su menor nivel histórico.

El declive mundial de la demanda industrial golpeó al gigante de la minería Anglo American, con sede en Londres, que posee grandes intereses en América Latina y anunció una caída del 29% de las ganancias netas en 2008 y el despido de 19.000 empleados este año, culpando a la fuerte baja de los precios de las materias primas.

Las cifras de la Eurozona son "nefastas, decepcionantes y preocupantes", indicó el economista jefe para Europa de IHS Global Insight en Londres, Howard Archer.

"La renovada tendencia bajista" a niveles mínimos récord "socava la esperanza de que el nivel de contracción en la actividad económica de la Eurozona pueda estar llegando a lo más bajo posible".

Según Capital Economics, estas cifras sugieren que "la economía continúa contrayéndose a velocidad suicida en el primer trimestre de este año".

En tanto, una encuesta semi-oficial china mostró que un 70% de las compañías multinacionales en China están recortando su reclutamiento de personal, según la prensa china.

La producción de automóviles en Gran Bretaña se hundió un 60% en enero a ritmo anual, según datos comerciales. Y en Suecia, el fabricante de coches de lujo Saab, subsidiario del gigante estadounidense en dificultades General Motors, solicitó ser puesto bajo administración judicial con la esperanza de escapar a la quiebra.

El presidente ruso, Dimitri Medvedev condenó a sus funcionarios por reaccionar demasiado lentamente ante la crisis que está golpeando duramente a la economía rusa, así como a varias economías ex soviéticas de Europa Central y del Este.

Las Bolsas europeas caían un 3% después de que la plaza financiera de Tokio cerrara en baja de 1,87% y Wall Street se hundiera el jueves a su menor nivel en seis años tras la publicación de lúgubres cifras sobre el desempleo estadounidense.

Las acciones del mayor banco suizo, UBS, cayeron un 10% por la investigación estadounidense sobre sus prácticas impositivas.

El euro cayó fuertemente a 1,2609 dólares en Londres, contra 1,2673 dólares el jueves por la tarde, reflejando alarma sobre la profundidad de la desaceleración en Europa, y particularmente la reticencia de la canciller alemana, Angela Merkel a comentar cómo su país podría ayudar a rescatar a cualquier otro país de la Eurozona en problemas.

"Las cosas están yendo de mal en peor en Europa, indicó Daisuke Uno, analista de Sumitomo Mitsui Banking Corporation en Tokio.

El precio del barril de West Texas Intermediate (WTI) negociado en Nueva York cayó en 93 centavos a 38,55 dólares el barril en Singapur.

En Londres, el oro se cotizó a su mayor nivel en siete meses, a 994,45 dólares la onza, debido a que los inversores se vuelcan sobre el rey de los valores refugio en un contexto de temores sobre el crecimiento económico mundial.

Giada Giani, analista de Citigroup, indicó en una nota titulada 'Zona euro: la recesión se profundiza en febrero' que la severa debilidad en la industria se está contagiando a otros sectores de la economía.

Otros datos mostraron que "las condiciones del mercado laboral se están deteriorando muy rápido" y socavando por tanto las perspectivas de consumo de los hogares.

"Las señales tentativas de estabilización en enero han sido completamente revertidas en febrero", dijo.

Según el operador de CMC Markets en Londres Matt Buckland, "a los inversores simplemente se les está acabando la confianza a corto plazo con los títulos, especialmente los bancarios".

Mientras la tormenta de la recesión se ensaña sin piedad con toda Europa, y amenaza ahora la estabilidad financiera en Europa Central y del Este, líderes de las principales potencias económicas europeas se reunirán el domingo en Berlín para cerrar filas antes de la cumbre del G-20 en Londres el 2 de abril.

Pero han surgido diferencias de énfasis en las respuestas nacionales a la crisis en los últimos meses y las preocupaciones por las presiones proteccionistas siguen siendo un problema, tal como destaca la República Checa, que actualmente ocupa la presidencia de la UE.

"Tenemos que impedir que los populistas sigan con las campañas Compre Estadounidense, Compre Francés, Compre Checo", advirtió el ministro de Finanzas, Miroslav Kalousek. "Nuestra misión es explicar (...) que ese es el camino al infierno", añadió.

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