martes, 10 de febrero de 2009

La inflación sigue cayendo en China y crece el temor a una deflación

PEKÍN.- La inflación en China, principal preocupación económica del gobierno hace sólo un año, se ralentizó aún más en enero y se quedó en apenas un 1%, reavivando los temores a una deflación.

El índice de los precios de consumo, principal medida de la inflación, progresó un 1% interanual, contra un 1,2% en diciembre, tras varios meses de desaceleración constante, anunció la Oficina Nacional de Estadísticas.

Los productos no alimentarios bajaron incluso un 0,6%, en tanto que los precios de los alimentos subieron un 3,3%, según la ONE.

En el conjunto de 2008, el índice aumentó un 5,9%.

"Estamos viendo claramente que China camina hacia la deflación en los próximos meses", dijo Glenn Maguire, economista jefe de la región Asia-Pacífico del banco Societé Generale.

La cifra de enero es la más baja desde julio de 2006, cuando los precios del consumo también aumentaron un 1% respecto al mismo mes del año anterior.

Algunos analistas consideran que, en el contexto actual de crisis económica mundial, la caída de la demanda externa y por tanto de las exportaciones implica un fuerte aumento de la oferta en el mercado interno, lo que empuja los precios a la baja.

La bajada es visible también en los precios a la producción, indicador de la evolución de los precios de fábrica, que cayeron un 3,3% en enero, tras reducirse un 1,1% en diciembre, según la agencia oficial China Nueva.

"Los precios a la producción están cada vez más ligados a los precios al consumo en China, y a medida que avancen hacia terreno negativo, veremos probablemente un período de reducción de los precios", comentó Glenn Maguire.

Entran también en juego factores exteriores como los precios de las materias primas, que limitan el campo de acción de las autoridades.

Según Wang Tao, economista de UBS, "el gobierno podría tomar ciertas medidas como elevar los precios de compra de cereales y otros productos agrícolas".

Pekín ya ha tomado medidas para desarrollar el consumo en las zonas rurales, dando subsidios a los granjeros. En enero, los precios aumentaron un 1,5% en el campo, frente al 0,7% de las zonas urbanas, según la Oficina Nacional de Estadísticas.

China comenzó el año 2008 con una fuerte inflación, que alcanzó el 8,7% en febrero, el nivel más alto en 12 años.

Las autoridades hicieron entonces del control de la inflación un objetivo central, pero las prioridades cambiaron en la segunda mitad del año a medida que la crisis internacional empezó a causar estragos y a traducirse en una reducción de la inflación.

El crecimiento económico chino fue del 9% en 2008 -la cifra más baja en seis años, muy inferior al 13% logrado en 2007-, con un crecimiento que en el último trimestre se quedó un 6,8%.

En noviembre, el gobierno chino anunció un plan de estímulo económico de 4 billones de yuanes (586.000 millones de dólares) hasta finales de 2010, para alentar la demanda interna como respuesta a la crisis financiera mundial.

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