martes, 17 de febrero de 2009

La OCDE pide contención del gasto público y evitar la tentación del proteccionismo en los planes de estímulo

MADRID.- El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, consideró hoy que los países europeos no deben aumentar más su gasto nominal, porque está creciendo el gasto social por la prestación por desempleo, al tiempo que defendió la necesidad de que se evite la "tentación" del proteccionismo industrial y comercial en los planes estatales de estímulo económico.

Durante su intervención en el desayuno-coloquio 'La crisis económica global e implicaciones para América Latina', Gurría afirmó que el gasto excepcional que suponen estos paquetes de apoyo no implicará directamente la salida de la recesión, aunque admitió que "se atenúan las consecuencias".

En cualquier caso, subrayó que estos planes están elevando el déficit público y apuntó como única solución y "mejor práctica" la medida puesta en marcha por Alemania, cuyo Gobierno prevé aprobar una enmienda constitucional que obligue a mantener un presupuesto equilibrado, lo que implica "disciplina máxima".

"Este paquete de gasto público no se ve como un problema porque se comprometen a volver al equilibrio", agregó el secretario general, quien consideró que Alemania no será una excepción y confió en que se produzca una "reacción favorable" a medio y largo plazo de respeto a los mercados y de autodisciplina. "Los países que tomen en ese camino se verán favorecidos", recalcó.

Gurría admitió que haya gastos excepcionales, pero defendió la necesidad de diseñar una "estrategia de salida", porque, en caso contrario, los países pierde calificación crediticia, como ha ocurrido en España, Grecia e Irlanda, al no verse sostenible en el tiempo el aumento del gasto.

Tras hacer alusión a la petición del Santander de suspender el reembolso de un fondo de inversión inmobiliario, lamentó que "no termina de resolverse el tema del sector financiero" a nivel global, aunque remarcó que España goza de un sistema sólido, sin activos "radiactivos" y con reservas para hacer frente a la morosidad.

La característica peculiar del caso español, según apuntó, es el importante volumen de crédito concedido a los promotores, que no son activos tóxicos, pero "resultan ser ilíquidos".

A nivel del sistema, Gurría propuso una separación de los activos ilíquidos, porque "contaminan toda la cartera" y restan valor y provocan la parálisis del banco.

"Es importante que haya un intercambio de activos de riesgo por activos sin riesgo, para que a un cierto precio se pueda reanudar la operación normal", explicó el secretario general de la OCDE, quien, basándose en la experiencia de la crisis latinoamericana de los 90, abogó por "flexibilidad regulatoria y tiempo" para afrontar la crisis.

Gurría incidió en que se trata de una crisis "inédita" en extensión, profundidad y duración, y reconoció que no se tenía idea de que la economía "iría para abajo con tanta rapidez y en esta dimensión de caída libre".

Según indicó, la "sabiduría convencional" apunta a que la recesión durará todo el año 2009, mientras que en 2010 habrá crecimiento "en negro, aunque muy débil" y con ciertos riesgos.

"La coordinación y la cooperación se vuelve más importante que nunca", subrayó el secretario general del organismo tras advertir contra la tentación del proteccionismo. "La solución a un país puede suponer la debilidad de otro", señaló.

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