viernes, 6 de febrero de 2009

La supervisora del Tesoro en EE UU dice que dieron 78.000 millones de más

WASHINGTON.- El Tesoro de Estados Unidos habría pagado unos 78.000 millones de dólares (unos 60.000 millones de euros) de más a firmas financieras en las inyecciones de capital del año pasado, dijo la presidenta de un comité del Congreso que supervisa el programa gubernamental de 700.000 millones de dólares en ayudas.

Elizabeth Warren, profesora de Derecho de Harvard, afirmó que su grupo estima que el Tesoro pagó 254.000 millones en 2008 a cambio de acciones y bonos que valían cerca de 176.000 millones de dólares dentro del Programa de Alivio para Activos en Problemas (TARP, en sus siglas en inglés).

Warren indicó que el tesoro, bajo el mandato del entonces secretario Henry Paulson, confundió al público sobre cómo evaluaría las acciones y bonos.

"El Tesoro sencillamente no hizo lo que dijo que estaba haciendo (...) Ellos describieron el programa de una manera y luego lo evaluaron de otra", dijo Warren en una audiencia ante la Comisión de Banca del Senado.

La experta añadió que Paulson "no fue totalmente sincero" al describir el programa TARP para inyectar capitales a los bancos.

Los miembros de la comisión criticaron la gestión del programa TARP, que apenas lleva cuatro meses en vigor.

"La aplicación (...) se produjo de forma caótica, desorganizada y ad hoc", dijo el senador demócrata Daniel Akaka de Hawái.

Warren dijo que el Tesoro podría haber tenido una razón para pagar más de lo que valían las inversiones al momento de la transacción. "Una vez más, el Tesoro necesita metas, métodos y medidas claras", dijo.

Neil Barofsky, otro de los supervisores del programa, dijo a la comisión del Senado que su oficina recurriría a investigaciones legales. "Eso va a ser un gran punto de atención de mi oficina", afirmó.

Barofsky, inspector general del TARP dentro del Tesoro, dijo el miércoles al diario Los Angeles Times en una entrevista que las malas interpretaciones en las candidaturas a los fondos del serían la base de un proceso legal.

El Gobierno de Obama tiene previsto presentar el lunes una nueva estrategia que reviva los paralizados mercados del crédito, ayudando a los propietarios de viviendas que estén en problemas y sacando a la economía de la recesión.

Esta estrategia incluiría una gestión más estricta de los paquetes de rescate. El miércoles se pudo ver un anticipo de ese control, cuando la Casa Blanca anunció que establecería un máximo de 500.000 dólares de sueldo para los directivos de empresas que reciban dinero del TARP.

Sobre las previsiones de algunos analistas sobre que el programa TARP podría necesitar pronto más dinero, el senador demócrata por Indiana Evan Bayh dijo: "no habrá fondos adicionales para este programa sin garantías rígidas de que será mejor gestionado".

El TARP fue lanzado el año pasado por el Gobierno de Bush en respuesta a la alarmante desaceleración de los mercados de capitales globales, provocada por una crisis inmobiliaria que socavó los productos apoyados por hipotecas que tenían las grandes instituciones financieras.

El Congreso aprobó el programa de 700.000 millones de dólares después de que Paulson dijera que se utilizaría para comprar activos tóxicos y limpiar los balances de los bancos. Pero días después de su aprobación, el entonces secretario del Tesoro cambió la estrategia a la compra de acciones preferenciales de los bancos.

Warren dijo a la comisión de banca que después de tres meses de trabajo, su comité aún no había recibido suficientes respuestas del Tesoro, y describió el rescate como "un proceso opaco".

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