Durante el año entero, el sector registó un crecimiento débil limitado a un 3,5%, con 1.180 millones de dólares de teléfonos vendidos, contra 1.140 millones en 2007.
Según el analista Ramon Llamas, es la "combinación de una débil demanda de los consumidores, de la volatilidad de las tasas de cambios y del estrechamiento de los créditos" que suprimió el aumento tradicional de las ventas durantes las épocas festivas.
El analista agregó que el mercado "podría no recuperarse antes de fin de año, incluso en 2010".
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