domingo, 22 de febrero de 2009

Los bancos europeos y americanos se desangran

MADRID.- Se ha cerrado una semana bursátil mala, muy mala, en la que la moral de los inversores se ha desplomado y los principales índices bursátiles del mundo se han venido abajo. A lo largo de estos días se ha ratificado el plan de estímulo económico diseñado por el gabinete de Obama. Hay que esperar que no tarde en dar sus frutos, pero no ha habido la menor referencia a las medidas establecidas por el Tesoro de EEUU para rescatar a la banca. Escribe en 'El Mundo'.

Suponemos que se está trabajando febrilmente en desarrollar ese boceto que se presentó la pasada semana, pero lo cierto es que ese silencio pesa como una losa, ya que la salud del sistema financiero continúa deteriorándose y buena parte de la recuperación económica depende de él. Hace ya un par de semanas que las entidades financieras norteamericanas presentaron las cuentas de 2008, y la verdad es que cuesta entender que perdieran tantos millones de dólares, pero lo peor es que se ha constatado que las inyecciones de dinero sólo han servido para reforzar sus estructuras y asegurar los depósitos de los ahorradores, pero no han conseguido estabilizar su marcha ni dar visibilidad de su futuro.

No se sabe qué tienen en sus balances, pero no podemos comprender qué han hecho para que se estime que el valor de los activos tóxicos pueda superar los dos billones de dólares. Si a esto le añadimos los fraudes millonarios, el último de más de 8.000 millones de dólares efectuado por el magnate Allen Stanford, y la demanda efectuada por el Gobierno de Estados Unidos a UBS para que revele la identidad de 52.000 clientes que tenían sus cuentas en la entidad suiza para evadir impuestos, se entiende que el pesimismo y el miedo campen a sus anchas por los mercados.

En Europa, un buen número de entidades han presentado en los últimos días sus balances y, si bien algunas de ellas lograron cerrar el año con beneficios, las caídas de éstos respecto al año anterior son abrumadoras. En este sentido, hay que considerar que los resultados de nuestros bancos y sus tasas de morosidad se han resentido por la crisis y los excesos, pero, de momento, son sólidos. Sin embargo, no les exime del castigo y día tras día sus acciones se suman al varapalo del sector. Unas caídas que se acrecentaron el pasado viernes ante los rumores sobre una posible nacionalización de Citibank y de JP Morgan, dos de las entidades más grandes y emblemáticas de Estados Unidos.

A ésto hay que añadirle que las economías continúan deteriorándose, que cada nueva previsión es peor que la anterior y que parece un hito encontrarse con una buena noticia. Un panorama desalentador en el que se impone mantener la cabeza fría. Esta semana los principales índices bursátiles del mundo han perdido los mínimos de 2008 y están a precios que no se veían desde hace cuatro o cinco años. Es evidente que los bajistas se han apoderado del mercado y se están cometiendo los mismos excesos que cuando los precios suben en vertical.

Aquí viene al pelo recordar esas máximas bursátiles de que «hay que comprar cuando todos venden» o «salir del mercado cuando entonan los violines y entrar cuando rugen los cañones». Unos aforismos que evidentemente algunos inversores están llevando a la práctica, ya que todo lo que se está vendiendo es porque alguien lo está comprando, pero que en las circunstancias actuales han de tomarse con tranquilidad. La crisis actual no tiene parangón, los inversores no han vivido nada parecido y las caídas pueden continuar. No hay que tener prisa, ya que cuando las Bolsa comiencen a recuperarse, que lo harán, habrá tanto camino por delante que nos sobrará tiempo para comprar.

Mientras esperamos ese giro al alza, comentaremos cómo nuestras empresas se enfrentan a la crisis económica.

Iberdrola. Comenzó la semana presentando unas magnificas cuentas de 2008, ya que ganó 2.860,6 millones de euros, un 21,5% más.Unos resultados que no le han cegado, ya que en un ejercicio sobre la situación actual ha estimado que en 2009 ganará una cantidad similar. Al día siguiente se negociaron 296 millones de títulos de la eléctrica, más del 5% del capital, ya que ACS transformó sus derivados en acciones, y ya controla el 12,4% del capital.

A la vez, se dio a conocer que las cajas, sus accionistas estables, habían reducido su participación, probablemente por la necesidad que tienen de liquidez. Es decir, que la constructora cerca más a la eléctrica y creemos que la historia no acaba aquí. No venderíamos un solo título.

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