lunes, 2 de febrero de 2009

Los empleos del Gobierno, clave en la recuperación de EEUU

WASHINGTON.- La crisis económica ha hecho que la empresa privada y los gobiernos estatales y municipales despidan mucha gente. Pero una de las principales fuentes del trabajo del país está incorporando personal: el gobierno federal.

Los economistas dicen que un gobierno con una abundante fuerza laboral es vital para la recuperación del país y que si el presidente Barack Obama despidiese a algunos de los 2 millones de empleados públicos, las consecuencias para el país serían desastrosas.

"Si el gobierno nacional se ajusta el cinturón ahora, empeoraría las cosas", afirmó Kevin Hassett, director de estudios de política económica de la fundación conservadora American Enterprise Institute. "La mayoría de los economistas coinciden en que el gobierno federal es una fuerza estabilizadora", agregó Hassett, quien asesora a candidatos republicanos en las campañas proselitistas.

Se espera que el proyecto de Obama de invertir más de 800.000 millones de dólares en un plan de rescate de la economía incluya fuertes gastos en obras públicas, mayormente a nivel estatal y municipal.

Mientras esa iniciativa es analizada por el Congreso, Microsoft, Pfizer, Caterpillar, Home Depot y cientos de empresas despiden personal y los gobiernos estatales disponen reducciones salariales, acortan la semana laboral, eliminan beneficios o licencian empleados.

Max Stier, presidente de la organización sin fines de lucro Partnership for Public Service, sostiene que el despido de los empleados públicos es una medida que "genera pocos beneficios y muchos perjuicios".

"Teníamos una sola persona inspeccionando los juguetes que vienen del exterior. El resultado fue que ingresaron al país juguetes llenos de plomo", afirmó. "Es necesario tener gente velando por los intereses del público".

Paul Light, profesor de servicios públicos de la Universidad de Nueva York, también estima que hay que contratar más empleados públicos. Dice que hay otras formas de recortar gastos y que el gobierno de Obama habló de la posibilidad de eliminar funcionarios de nivel intermedio.

"Eso sería positivo", señaló. "De lo que no ha hablado es de eliminar cargos políticos a nivel superior. Creo que podría tomar ciertas medidas que le indiquen al público que el gobierno federal está dispuesto a hacer su cuota de sacrificios, que van más allá de usar edificios que no gastan mucha energía".

La fuerza laboral civil del gobierno llegó a 2,3 millones de empleados a fines de la década de 1960. A mediados de los 90 se eliminaron 400.000 plazas, la mayoría por el cierre de bases militares, pero desde el 2001 volvió a aumentar, de 1,7 millones a 2 millones, al surgir nuevos departamentos abocados a tareas de seguridad nacional.

Un informe difundido en enero por Christina Romer, directora del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, y por Jared Bernstein, asesor de economía del vicepresidente Joe Biden, pronostica que más del 90% de los 3 o 4 millones de empleos que el proyecto de Obama propone crear o salvar serán del sector privado.

Agrega que también se crearán o salvarán unos 244.000 puestos en el gobierno, la mayoría de ellos a nivel estatal y municipal.

Ese pronóstico se hizo cuando se hablaba de un paquete de estímulos de 600.000 millones de dólares. Ahora se está hablando de 800.000 millones.

Muchos empleados públicos que planeaban retirarse están postergando la fecha de su jubilación. Paralelamente, abundan las personas mayores que buscan trabajo con el gobierno, que ofrece seguridad y numerosos beneficios.

Cuando el mercado laboral comenzó a estrecharse a principios del año pasado, el portal FedJobs.com, que ubica gente en dependencias del gobierno, comenzó a recibir solicitudes de empleo de personas de entre 50 y 65 años más que de gente joven.

"De repente, tenemos una clientela mucho mayor que llama y expresa interés en trabajar para el gobierno tras perder sus trabajos porque sus compañías se fusionaron con otras o fueron a la quiebra, y quieren algo estable", indicó Ross Harris, director de ventas del portal. "La percepción generalizada es que los empleos del gobierno son más estables y no se despide tanta gente".

El desempleo y la idea de trabajar para Obama se combinaron para que 350.000 personas se postulasen para entre 3.000 y 4.000 cargos políticos en el nuevo gobierno, la mayoría de ellos fuera de Washington.

El gobierno, no obstante, también siente los efectos de la crisis económica y muchos departamentos están ajustándose el cinturón.

Obama, por ejemplo, congeló los sueldos de algunos empleados de la Casa Blanca.

"Durante este período de emergencia económica, Washington debe restringir gastos, lo mismo que el resto", dijo Obama.

La medida, sin embargo, fue más bien simbólica, ya que afecta a tan solo un centenar de empleados que ganan más de 100.000 dólares al año.

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