martes, 17 de febrero de 2009

Malo de Molina dice que el primer objetivo ante la crisis debe ser garantizar la solvencia de los bancos

MADRID.- El principal objetivo de España ante la actual crisis mundial debe ser "conseguir que el sistema financiero mantenga su solidez y solvencia" y evitar que se vea arrastrado a procesos de quiebras e intervenciones como las registradas en otros países.

Así lo aseguró hoy el director del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, quien no obstante destacó que "tras meses de crisis, los hechos demuestran" que el sector financiero español está "bien posicionado".

Malo de Molina defendió que el sector financiero español es un "activo a preservar" para evitar mayores restricciones de crédito y tensiones en el momento en que se emprenda la senda de salida de la crisis. Además, considera que la preservación de este sector constituye "prácticamente el único" margen de actuación del país ante la crisis global.

"Es obvio que la capacidad de la economía española de resolver los problemas de la crisis es muy limitada, porque es algo externo. Sobre lo que sí tenemos margen de maniobra es en conseguir que durante esta crisis nuestro sistema financiero mantenga la solidez y la solvencia y se evite que se vea arrastrado hacia las quiebras y las intervenciones", indicó.

"Nuestro objetivo principal como país debería ser que nuestro sistema financiero logre salir de la crisis sin que se produzca demasiada tensión", reiteró durante su intervención en el 'Observatorio de la Vivienda' de Garrigues y el Consejo del Notariado.

En cuanto a la recuperación, "gran parte de la solución vendrá en la medida en que la crisis global se solucione", apuntó, para después indicar que, en cuanto a esta coyuntura internacional se refiere, las distintas medidas tomadas en conjunto por los distintos Gobiernos para combatir la crisis no están dando resultado. "Todavía no se ha encontrado la solución a la crisis a escala mundial", apuntó.

Además, en su opinión, la economía española debe "completar su ajuste, corregir los sectores sobredimensionados y establecer nuevas bases de crecimiento que no basculen tanto del sector inmobiliario", lo que considera que llevará "un periodo de tiempo que no será sencillo".

Malo de Molina considera que la situación de la economía española es fruto de la superposición de la "primera crisis crediticia global de la historia" que actualmente se atraviesa, a la situación interna de necesidad de ajustes que ya presentaba la economía española porque "crecía por encima de sus posibilidades reales y por sus excesos de endeudamiento, sobre todo en el sector inmobiliario".

Además, señaló que la crisis sea global perjudica además a España en cuatro aspectos. Según enumeró, la caída de la demanda global le priva del recurso al mercado exterior a través de un aumento de la exportación, se agrava el efecto de la caída de confianza, se reducen los recursos extranjeros a los que en la fase anterior de crecimiento se recurría y se acentúa el proceso de ajuste de endeudamiento emprendido por el país.

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