viernes, 6 de febrero de 2009

Moscú trata de anticiparse a un brote de inestabilidad social por la crisis

MOSCÚ.- La crisis económica ha plantado a Rusia en un combate diario contra la caída del rublo y de las cotizaciones del petróleo y ha obligado al gobierno a prepararse ante un eventual brote de inestabilidad social.

El ministerio de Finanzas ultima en estos momentos su proyecto de presupuestos de 2009, revisado tras el hundimiento de los precios del crudo, basado ahora sobre una media del barril a 41 dólares, frente a los 95 dólares previstos anteriormente. El borrador fue presentado este viernes al gobierno, según el diario ruso Kommersant.

El consejero económico del Kremlin, Arkadi Dvorkovitch, admitió el jueves que el déficit presupuestario no será inferior al 6,1% del PIB, por primera vez en más de una década.

Los ingresos cayeron un tercio respecto a las previsiones, debido especialmente al desplome de las cotizaciones del oro negro.

Pese a ello, los gastos en materia social serán "aumentados", declaró Dvorkovitch, coincidiendo con varios altercados localizados en las últimas semanas en Rusia.

Las autoridades "están a la espera de ver cómo evoluciona la crisis. Podrían darse circunstancias inesperadas", dijo al diario Nezavissimaïa Gazeta el número dos del comité a cargo de la seguridad en el Parlamento, Guennadi Goudkov.

Para Konstantine Sonine, profesor en la New Economic School en Moscú, los temores de Moscú son exagerados: "El gobierno no tiene mucho que temer, el pueblo ruso es muy paciente", dice.

"En los años 90, hubo un nivel de frustración económica mucho más intenso pero la gente se mostró reticente a tomar las calles. No creo que haya desórdenes sociales", opina.

Paralelamente, los responsables rusos aseguran que no recurrirán a su controvertida política de apoyo al rublo, pese a que su precio es juzgado exorbitante por numerosos expertos.

Las agencias de calificación se alarman de la caída de las reservas financieras rusas, que retrocedieron más de un tercio, hasta menos de 400.000 millones de dólares, desde finales de julio.

Fitch degradó el miércoles la nota soberana de Rusia, como ya lo hizo Standard & Poor's y como podría hacerlo muy pronto Moody's, previene Chris Weafer, analista del banco Uralsib.

"Las agencias dicen al gobierno que no puede permitirse continuar apoyando al rublo utilizando las reservas financieras al mismo ritmo que antes", afirma.

Otros expertos estiman que el banco central cometió un grave error fijando el tope máximo de 41 rublos en la cesta de referencia euro-dólar, puesto que se ha convertido en blanco deseado de los especuladores.

La devaluación progresiva del rublo aplicada desde noviembre por las autoridades rusas permitieron constituir un cojín de divisas destinado a pagar las deudas de Moscú en el extranjero, argumentó el miércoles el ministro de Finanzas, Alexei Koudrine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario