Está previsto que las ventas de teléfonos móviles caigan este año, afectadas por la renuencia de los consumidores en gastar en aparatos nuevos en plena recesión económica y por los grandes inventarios de los vendedores a finales del año pasado.
"Con estos planes, pretendemos disminuir la producción de Salo para reflejar la reducción de la demanda de mercado, mientras que las operaciones en la fábrica continuarán sin interrupción", dijo Juha Putkiranta, un alto cargo de Nokia, en un comunicado.
Nokia señaló que continuaría buscando recortes en gastos operativos, teniendo en cuenta todas las áreas y actividades.
La compañía dijo que su página de desarrollo de telefonía en Jyvaskyla emplea a 320 personas y que también recortará otros 90 empleos en otros sitios. En Salo, despedirá temporalmente a entre el 20 y 30 por ciento de la plantilla de 2.500 personas de forma rotatoria.
Nokia había declarado que planea recortar costes anuales por valor de 700 millones de euros, como su unidad clave de telefonía móvil, y que la mayor parte se llevarán a cabo en 2009.
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