OSLO.- El Gobierno noruego presentó un nuevo plan de 100.000 millones de coronas (11.400 millones de euros) para ayudar al crédito destinado a las empresas y a los particulares.El plan del gobierno de centro-izquierda consiste en crear dos fondos de 50.000 millones de coronas cada uno, el primero para aumentar el capital base de los bancos y el segundo para financiar las empresas que no encuentran financiación.
Las ayudas estarán condicionadas a una congelación en 2009 y 2010 de los salarios de los grandes banqueros, aquellos que ganan más de 1,5 millones de coronas anuales, y a la renuncia de sus bonificaciones y a una "política restrictiva de los dividendos".
"Hacemos esto para contribuir a reforzar el empleo, fortalecer la economía noruega y ayudar en la creación de empleo", dijo el primer ministro, Jens Stoltenberg, en conferencia de prensa.
Pese a que Noruega es el quinto exportador mundial de petróleo y el tercero de gas natural, la crisis también está afectando a este país nórdico, agravada por la caída de los precios del crudo.
El Gobierno prevé un crecimiento "nulo" del PIB en 2009, aunque muchos expertos aseguran que el país finalizará el año con una contracción de la economía.
Como consecuencia de la degradación de la economía, la tasa de desempleo aumentó en un 0,6% en enero, alcanzando al 2,6% de la población, un nivel aún bajo en comparación con otros países europeos, pero que seguirá creciendo rápidamente, según los analistas.
La remuneración de los banqueros ha acaparado buena parte del debate público en el país en las últimas semanas.
"Ahora ponemos a la disposición (de los bancos) los recursos de la comunidad y, en consecuencia, añadimos exigencias que limiten los salarios y las bonificaciones de los principales dirigentes", declaró la ministra de Finanzas, Kristin Halvorsen.
"El dinero debe servir para incrementar el crédito, no los salarios", advirtió.
Como consecuencia de la presión de la opinión pública, los banqueros ya habían accedido a congelar sus sueldos para este año y el próximo.
Esta iniciativa de ayuda al crédito se suma al plan de reactivación presentado el pasado mes de enero, por un importe de 20.000 millones de coronas, y a otro de salvamento bancario de 350.000 millones de coronas presentado en octubre.
El nuevo plan debe ser aprobado por el Parlamento, donde la coalición de centro-izquierda dispone de mayoría. Tanto la oposición como la patronal han acogido con satisfacción la medida.
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