jueves, 26 de febrero de 2009

Obama desata denuncias de lucha de clases

WASHINGTON.- El primer presupuesto federal del presidente Barack Obama es el más ambicioso y costoso desde el concepto de la "Gran Sociedad" impulsado por su predecesor y correligionario Lyndon Johnson. Empero costearlo haciendo que lo pague la clase pudiente una gran parte de ese nuevo gasto social ocasionó ya acusaciones de "lucha de clases" en el Congreso.

Las prioridades de Obama reflejadas en el presupuesto de 3,6 billones (correcto) de dólares garantizan una enconada batalla política sobre impuestos. Además, presume y cuenta con una recuperación económica muy rápida de la peor recesión sufrida por el país en décadas.

El concepto general del presupuesto incluye iniciativas en el campo de la energía, cuidados médicos, enseñanza y cambio climático. Aumentará los impuestos de los estadounidenses acaudalados y reducirá los pagos del Medicare _ el seguro médico de los jubilados _ a empresas aseguradoras y hospitales para comenzar a financiar su proyecto de medicina social con un pago inicial de 634.000 millones de dólares.

Como era de esperar, los legisladores republicanos denunciaron que Obama ha enfrentado a los que económicamente han triunfado en la vida con los que nada o poco tienen.

Su presupuesto beneficiará a los estadounidenses humildes y menesterosos con fondos de los acaudalados y la clase empresarial y emprendedora, sostienen sus detractores.

El representante Eric Cantor, el segundo republicano en la cámara baja, consideró el presupuesto "no solamente desacertado sino peligroso" por intentar encarecer los impuestos durante una severa recesión.

Según la Casa Blanca, la parte del león del aumento fiscal, incluyendo dejar que expiren las exenciones otorgadas por su predecesor George W. Bush, ocurrirá cuando el país se encuentre en vías manifiestas de recuperación.

El presupuesto de Obama pronostica que, pese a la severidad de la presente recesión, la economía se recuperará y crecerá un 3,2% en el 2010, y que el crecimiento será incluso mayor en los años subsiguientes.

La presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Christina Romer, defendió el pronóstico, e insistió que "refleja la valoración gubernamental de que el amplio programa de recuperación económica descrito el martes por la noche por el presidente tendrá efectividad".

Empero, otros economistas consideraron que Obama es excesivamente optimista dada la severidad de la recesión.

"Depende de una enérgica recuperación económica muy rápida. Y asume que muchos de las nuevas iniciativas podrán ser costeadas", comentó Robert Bixby, director ejecutivo de la Coalición Concord, un grupo bipartidistas de supervisión fiscal.

Bixby dijo que el presupuesto "está plagado de riesgos", ya que el aumento de los gastos sociales gustará a los demócratas mientras que las reducciones del gasto público y el aumento de los impuestos enconarán a los legisladores de ambos partidos.

Obama dijo el jueves en relación con el presupuesto que "encaramos duras y difíciles alternativas".

El especialista presupuestario Stanley Collender pronosticó una enconada batalla en el Congreso en torno a las reducciones fiscales propuestas y los cambios en el Medicare. Empero, destacó que ya que los demócratas controlan la Cámara de Representantes y el Senado, no es mucho lo que podrán hacer los republicanos para evitar la expiración de las reducciones fiscales de Bush.

Además, dijo Collender, "los acaudalados no están tan bien situados como otrora" debido a la recesión. Destacó también que los sondeos de opinión a pie de urna en las elecciones presidenciales del año pasado indicaron que los que ganan más de 200.000 dólares al año votaran en general por Obama en lugar del republicano John McCain.

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