miércoles, 4 de febrero de 2009

Obama habla de catástrofe si Congreso no aprueba masivo plan de estímulo

WASHINGTON.- El presidente Barack Obama advirtió el miércoles que la recesión en Estados Unidos se convertirá en una "catástrofe" si el Congreso no aprueba rápidamente su plan de recuperación económica, mientras su costo superaba ya los 900.000 millones de dólares, atrayendo más críticas.

El presidente rechazó varias de las quejas sobre el plan, incluyendo argumentos según los cuales los alivios fiscales bastarían para resolver el problema o que ciertas metas de largo plazo, como la búsqueda de la independencia en combustibles y la reforma de la atención médica deben esperar.

Obama alegó que los legisladores recalcitrantes deben respaldarlo, pues los estadounidenses respaldaron sus ideas cuando lo eligieron en noviembre a la presidencia.

Aunque el mandatario exhortó a los congresistas para que actuen rápidamente, también prometió hacer los cambios que necesite la iniciativa, criticada por incluir gastos que supuestamente no tendrían un impacto inmediato en la economía.

"Ningún plan es perfecto y debemos reforzarlo", declaró Obama a reporteros en la Casa Blanca. "No hagamos que la búsqueda de la perfección sea el enemigo de lo esencial. Mostremos al pueblo de nuestro país que busca liderazgo en estos momentos difíciles que estamos a la altura del desafío".

"Una omisión de actuar, y de actuar ahora, convertirá la crisis en una catástrofe y causará una recesión más larga, una recuperación menos robusta y un futuro más incierto", dijo. "Por eso siento tal urgencia acerca del Plan de Recuperación Económica y Reinversión".

El martes, el Senado agregó dinero al plan para investigación médica y alivios fiscales para la adquisición de automóviles, pero el costo podría seguir subiendo el miércoles si se amplía un alivio en los impuestos a los compradores de vivienda, incluso en momentos en que los centristas de ambos partidos prometen retirar rubros que no permitan reactivar la economía de inmediato.

En una entrevista con CNN el martes, Obama indicó la voluntad de su gobierno de retirar aquellos rubros que "realmente no puedan estimular la economía en seguida". También señaló que intentará quitar de la legislación aquellas referencias a "compre productos estadounidenses" a fin de evitar una posible guerra comercial con otros gobiernos.

En una victoria para la industria automovilística, el Senado decidió el martes por la noche, por una votación de 71-26, conceder una deducción fiscal a los compradores de autos nuevos, así como una reducción en el impuesto a los pagos de intereses por financiamiento.

El anuncio podría costarle al fisco estadounidense unos 11.000 millones de dólares durante la próxima década gracias a ahorros de unos 1.500 dólares en un automóvil que cueste 25.000 dólares.

La sesión del miércoles podría traer ahorros aún más generosos para los compradores de vivienda. Los republicanos prepararon un plan que reduciría el costo de las hipotecas para reanimar al mercado inmobiliario.

El senador republicano Johnny Isakson está presionando por un descuento fiscal de hasta 15.000 dólares para todos los que compren una casa este año, a un costo para el fisco federal de 18.500 millones de dólares.

La iniciativa pendiente de aprobación contempla también un descuento impositivo único de 7.500 dólares para aquellos compradores de vivienda de primera vez.

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