En la rueda de prensa posterior a la entrevista que mantuvo en el número 11 de Downing Street, la primera de esta legislatura, Solbes aseguró que España "pretende ser útil" en la cita que seguirá a la celebrada el pasado 15 de noviembre en Washington y, por ello, prevé remitir un documento al departamento del Tesoro británico con "la línea de referencia" de su participación en el G-20.
De esta forma, el Ministerio "concretó" hoy un "compromiso de contactos bilaterales" entre las dos administraciones, basado en la "buena voluntad" de Reino Unido para que España ejerza un rol destacado, en contraposición a las circunstancias de la cumbre precedente, a la que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, acudió ocupando un asiento cedido por Francia.
En este caso, el país anfitrión tiene la "mejor disposición" para que el equipo de Solbes "participe en alguna de las reuniones previas", mientras que, por lo que respecta a la de los jefes de Gobierno, "la información es que va a ser así", y Zapatero se sentará junto a los líderes de las potencias del planeta y de las economías emergentes.
"A otros niveles, lo que he percibido hoy es la mejor disposición", declaró Solbes en referencia a la preparación de la cumbre.
Así, Solbes expresó el interés de España por "aportar su experiencia, que es interesante no sólo porque es la séptima potencia del mundo, sino porque tiene un sistema que ha capeado el temporal de la crisis en condiciones bastante razonables y debido a unas prácticas que pueden ser debatidas con otros países".
En este sentido, recordó también que su apuesta para la reforma del sistema económico global, objetivo capital de la cumbre, pasa por reforzar los mecanismos de control y la transparencia de los mercados, planteamientos compartidos también por Londres, según dijo haber confirmado hoy mismo con el ministro del Tesoro británico.
De igual modo, aludió a otras cuestiones en las que coincide el Gobierno de Gordon Brown, como la clarificación en la retribución de los altos ejecutivos o las posibilidades al alcance de las empresas para mitigar los costes sociales "si la gestión de los sistemas financieros falla". "A partir de ahí veo la mejor disposición de Reino Unido a una participación previa a la del 2 de abril, pero no voy a prejuzgar", zanjó.
"Porque eso es lo que todos pretendemos: lograr un sistema que funcione mejor que en el pasado y no repetir los problemas anteriores", resumió.
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