Esto resultó en una mejora de la tasa de mortalidad, desde 0,23 muertes por cada millón de pasajeros hasta 0,13 fallecimientos por cada millón de viajeros.
El número de accidentes con víctimas se incrementó, no obstante, desde los 20 de 2007 hasta los 23 en 2008, mientras que la tasa global de accidentes se situó en el 0,81%, equivalente a un accidente por cada 1,2 millones de vuelos, frente al 0,75% del año anterior (un accidente cada 1,3 millones de vuelos).
La tasa de accidentes de las aerolíneas pertenecientes a la IATA descendió hasta el 0,52% en 2008 comparado con el 0,62% en 2007, lo que equivale a un accidente por cada 1,9 millones de vuelos.
El director general de la IATA, Giovanni Bisigniani, se mostró satisfecho de unas cifras que demuestran que el transporte aéreo es "una de las cosas más seguras que una persona puede hacer".
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