domingo, 15 de febrero de 2009

Wall Street pone fin a otra de sus 'burbujas'

WASHINTON.- Los dividendos amenazan con convertirse en una especie en peligro de extinción en Wall Street. En el cuarto trimestre de 2008 más empresas recortaron o directamente suspendieron su dividendo que en cualquier periodo desde que en 1956 la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's empezó a seguir la evolución de los pagos de las compañías a los accionistas, se escribe en 'El Mundo'.

Y 2009 empezó con dos pésimas noticias para los inversores. En enero, Bank of America anunció un recorte de dividendos del 97% a cambio del rescate del Estado que salvó al banco de la quiebra y lo dejó fundamentalmente en manos de los poderes públicos, mientras que el gigante farmacéutico Pfizer recortaba sus dividendos en un 50%. La decisión de Bank of America y de Pfizer tenía un doble simbolismo porque ambas empresas llevaban 25 años seguidos subiendo ininterrumpidamente su dividendo.

Por el momento, parece que las cosas van a ir a peor. El gigante industrial y financiero General Electric sigue defendiendo el mantenimiento de su dividendo. Pero cada vez son menos quienes creen que la empresa que preside Jeff Immelt va a ser capaz de lograrlo. General Electric lleva aumentando el dividendo de forma ininterrumpida desde 1994. En 2008, nada menos que el 69% de sus beneficios se destinaron a pagar a los accionistas.

Algunos expertos creen que la situación no es tan dura como parece, porque los dividendos y los precios van correlacionados. Y en la actualidad EEUU tiene deflación, con lo que es lógico que la remuneración de la renta variable disminuya. Sin embargo, para los accionistas, acostumbrados a una serie de burbujas bursátiles en las que las empresas cuyos valores no se disparaban daban generosos dividendos, es un shock.

«Aletargar» a los socios

Muchas empresas se han servido de los dividendos para «aletargar» a sus accionistas. El mayor ejemplo es el de Dow Jones, la empresa propietaria de, entre otros medios, The Wall Street Journal, que fue comprada en 2007 por Rupert Murdoch.

Dow Jones había logrado aislarse prácticamente de la familia Bancroft -sus principales accionistas- por medio de un gigantesco dividendo que equivalía al 90% de sus beneficios. Eso obligó a Murdoch a pagar un premium del 70% por la empresa, en una operación excelente para su ego y catastrófica para su empresa, News Corporation.Sin dividendo, comprar Dow Jones habría sido mucho más barato.

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