jueves, 5 de marzo de 2009

'Cajamar' abrirá nuevas oficinas en Asturias, Galicia, La Rioja y Navarra

ALMERÍA.- Cajamar prevé abrir nuevas oficinas durante los dos próximos años en Asturias, Galicia, La Rioja y Navarra, según avanzó el consejero delegado de Cajamar Caja Rural, Juan de la Cruz Cárdenas en el transcurso de la asamblea general ordinaria de la entidad.

En una nota, la entidad financiera explicó que, de acuerdo con la situación actual de la actividad económica y del mercado financiero, Cajamar Caja Rural prevé concluir 2009 con crecimientos muy moderados en recursos de clientes e inversión crediticia y una ligera disminución del resultado neto.

Es por ello, aclaró, que este ejercicio se "ajustará" la estrategia comercial al entorno de recesión de la economía española, centrando la actividad de la entidad en las necesidades de particulares y pymes, y se potenciará a la red de oficinas, al objeto de fidelizar la base de clientes y diversificar las fuentes del negocio. Así, el modelo de gestión de Cajamar mantendrá como prioridades "la solvencia, un estricto control de los riesgos y la contención de los gastos generales".

La Asamblea General Ordinaria de Cajamar Caja Rural aprobó hoy las cuentas anuales de la entidad correspondientes a 2008, ejercicio en el que aumentó su resultado neto un cinco por ciento, hasta los 126,6 millones de euros, por lo que, a juicio del presidente de Cajamar, Antonio Pérez Lao, los resultados obtenidos reflejan "un crecimiento razonable de las principales magnitudes de negocio y de la cuenta de resultados en un escenario marcado por la incertidumbre, la disminución de la actividad y la recesión económica, el aumento del paro, la pérdida de poder adquisitivo de las familias y la fuerte competencia entre entidades financieras".

Según el informe de gestión de 2008, el negocio gestionado total por la entidad en ése año superó los 45.700 millones de euros, procedentes de más de 1,8 millones de clientes. En consonancia con lo sucedido en el sector, se moderó el ritmo de crecimiento del crédito a la clientela, desde el 26,2 por ciento del año 2007 hasta el 3,6 por ciento de este ejercicio, 783 millones de euros en términos absolutos, mientras que los depósitos de la clientela aumentaron en 819 millones de euros, un 4,6 por ciento más.

La moderación del crecimiento de la inversión crediticia, unida a la evolución negativa de los activos dudosos, impulsó la tasa de morosidad hasta el 3,69 por ciento, por debajo de la media sectorial. Aún así, no ha 'hecho mella' en el coeficiente de solvencia, una de las fortalezas de la entidad, según apunta, ya que aumentó una vez más y se sitúa en el 12,6 por ciento -- un 50 por ciento por encima del mínimo exigido--, ni en la liquidez de la entidad, que asciende a 4.000 millones de euros, razones por las que Cajamar afirma estar en una "situación holgada" para hacer frente a los vencimientos de deuda de los próximos años.

En lo que a resultados se refiere, Cajamar Caja Rural tuvo en 2008, crecimientos superiores en todos los márgenes a la media del sector. Así, el margen de intereses aumentó el 13 por ciento, hasta alcanzar los 496,3 millones de euros. Con la aportación de las comisiones y los resultados por operaciones financieras, el margen bruto superó los 635,8 millones de euros, lo que supone un 13,6 por ciento más que en el ejercicio anterior.

Otro factor lo marca la política de control de gastos, por la cual el resultado de la actividad de explotación se vio impulsado un 39,4 por ciento interanual, hasta los 182,4 millones de euros, favorecido también por los ingresos extraordinarios derivados de la venta de las acciones y participaciones en las sociedades Banco Cooperativo Español (BCE), Rural Grupo Asegurador (RGA) y Rural Servicios Informáticos (RSI).

Una vez deducidas las provisiones y la aportación al Fondo de Educación y Promoción, que este año será de 16,6 millones de euros, el resultado neto obtenido ascendió a 126,6 millones de euros, lo que supone un cinco por ciento más que en 2007, dado que la entidad "ha extremado su política de máxima prudencia en materia de riesgos y ha optado por realizar dotaciones voluntarias a provisiones para insolvencias".

En su intervención ante la Asamblea, el presidente de Cajamar Caja Rural, Antonio Pérez Lao, se refirió a la situación actual de la economía y el sistema financiero, sobre la que dijo que "tras una década de elevado y sostenible crecimiento ha sobrevenido el actual periodo de recesión que afecta a la economía mundial, cuya evolución está poniendo de relieve algunas cuestiones a las que hasta ahora no se les había prestado la suficiente atención".

Según Pérez Lao, la tecnología y la nueva dimensión de las relaciones económicas han dejado "desfasado el entramado institucional que venía funcionando desde la conclusión de la Segunda Guerra Mundial". De esta forma, el presidente de Cajamar advirtió que es el momento de una nueva etapa de la economía internacional que supondrá cambios importantes en las relaciones económicas y sociales.

También se refirió a la crisis financiera internacional y su impacto en la economía productiva en términos de desempleo y ralentización de la actividad económica, por lo que indicó que "es en estos momentos cuando hay que poner a prueba las políticas de responsabilidad social empresarial y nuestro compromiso ético y social".

Pérez Lao opinó que el sector financiero deberá liderar el proceso de transformación económica al que se asiste, y que "deberá hacer compatibles los beneficios de la globalización y de la ampliación de los mercados con los beneficios del desarrollo local y de la atención a las necesidades de financiación de la pequeña y mediana empresa y de las familias", por lo que vio a Cajamar con una entidad empresarial "rentable y socialmente útil".

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