jueves, 26 de marzo de 2009

Centroamérica define prioridades ante la crisis financiera mundial

MANAGUA.- Los presidentes de Centroamérica definieron como prioridad defender el empleo con ayuda del sector privado y parar la deportación de migrantes centroamericanos desde Estados Unidos que agraven los efectos de la crisis financiera en los países del itsmo.

"La gran preocupación de todos (los países) es defender el empleo de los ciudadanos" ante lo que se acordó convocar para el 19 de mayo a una reunión con gremios de empresarios y Gobiernos de la región para unir esfuerzos, declaró el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, al término de la XXV cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y República Dominicana.

La cita será previa a la Cumbre de Centroamérica y los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) que se celebrará en Managua el 20 de mayo, según la resolución de la cumbre.

Los mandatarios hablaron con "amplitud y profundidad" por más de seis horas en un hotel capitalino sobre el impacto de la crisis financiera en la región que, dijeron, malogró los esfuerzos que estaban haciendo los países para generar empleo, atender los problemas de orden social e infraestructura.

En el análisis del efecto de la crisis los mandatarios concluyeron que "Centroamérica crecerá entre el 0 al 1% (...) estamos hablando de países que no llegaremos ni al 1%", comentó el presidente salvadoreño, Antonio Saca, al hablar ante la prensa.

Asimismo los mandatarios hablaron sobre los temas que llevarán a la reunión con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, el próximo 30 de marzo en Costa Rica.

Uno de los principales asuntos que serán expuestos a Biden es "el respeto a los derechos humanos" de los inmigrantes centroamericanos, que paren las deportaciones masivas y la deportación, manifestó de su lado el presidente hondureño, Manuel Zelaya.

El presidente Saca valoró que la expulsión de salvadoreños de Estados Unidos afectará la economía de ese país, así como derivará en problemas sociales ya que algunos tienen problemas con la justicia.

Zelaya y Ortega reiteraron que no irán a Costa Rica a la cita con Biden, y aclararon que esa reunión no fue convocada por el SICA, pero que enviarán a sus representantes a la misma.

No obstante, Zelaya ve importante la reunión porque la visita de Biden representa una oportunidad para hacer los planteamientos que tiene la región sobre los problemas derivados de la crisis que se generó en Estados Unidos y se ha expandido a Europa.

Zelaya manifestó que en sus oraciones "pido a Dios que ayude (al presidente de Estados Unidos, Barack) Obama a resolver los problemas (de la crisis financiera) es más, rezo más por la ayuda a Obama" porque esa economía tiene que equilibrarse.

Los mandatarios también respaldaron una propuesta de Nicaragua que rechaza el uso de la ayuda internacional como medio de chantaje y presión por problemas políticos en los países pobres.

Asimismo, dieron su apoyo al presidente de Guatemala, Álvaro Colom, ante las acciones desestabilizadores de grupos del crimen organizado y sectores que buscan frenar los programas sociales que éste impulsa.

Colom suspendió su viaje a Managua por una ola de violencia en el país y envió en su representación al ministro de Asuntos Exteriores, Haroldo Rodas.

En la cumbre estuvieron presentes los presidentes de Panamá, Martín Torrijos; El Salvador, Antonio Saca; de Honduras, Manuel Zelaya, y el anfitrión Ortega.

En representación de Costa Rica, asistió el ministro de Exteriores, Bruno Stagno; por Belice, el ministro de Seguridad, Carlos Perdomo, y la subsecretaria de Relaciones Exteriores de República Dominicana, Clara Quiñónez.

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