martes, 31 de marzo de 2009

China apuntala el yuan como divisa internacional

PEKÍN.- El canje de monedas entre China y Argentina es la iniciativa más importante tomada por Pekín en su campaña por limitar la dependencia del dólar en el comercio internacional y promover el alcance del yuan en Asia y Latinoamérica.

El acuerdo pone de manifiesto la creciente importancia de China en la economía mundial y la ansiedad sobre la salud del dólar en la víspera de la cumbre de esta semana del Grupo de los 20 en Londres, donde los chinos pedirán seguramente un mayor papel en el manejo de las finanzas internacionales.

"Pekín quiere reforzar el status del yuan", declaró el economista del Royal Bank of Scotland Ben Simpfendorfer. "Son el segundo exportador más grande del mundo y la tercera economía más grande, por lo que les conviene manejar el comercio con el yuan".

Los chinos han dado pasos graduales y los economistas dicen que tienen ambiciones limitadas para el yuan en una economía mundial en la que se espera que el dólar siga siendo la divisa de referencia para el comercio y la moneda usada por los bancos centrales para sus reservas.

China firmó una serie de acuerdos en los últimos meses en los que se compromete a prestar yuan a Corea del Sur, Malasia, Indonesia y Bielorrusia si tienen alguna emergencia financiera.

Dijo que promoverá el comercio y la inversión, pero el yuan no se negocia en los mercados mundiales y China todavía no ha eliminado las barreras que impiden su uso en otros países.

Pekín afirma que Hong Kong, un territorio chino con divisa propia, será autorizada a usar el yuan en el comercio con la parte continental, pero todavía no dijo a partir de cuándo.

El acuerdo con Argentina contempla un canje de divisas del equivalente a 10.000 millones de dólares para su uso en el comercio e inversiones, eliminando la necesidad de que las firmas de ambas naciones adquieran dólares para pagar por las transacciones. Se dijo que todavía hay que afinar los detalles, por lo que no está claro cuándo las empresas argentinas podrán obtener yuan.

El presidente del Banco Central de Argentina, Martín Redrado, afirmó el martes que su país "no necesita" de momento echar mano del canje o "swap" de monedas que acordó con China por unos 10.000 millones de dólares.

El Banco Central de Argentina y el Banco Popular de China firmaron el domingo un preacuerdo para realizar una operación de canje de monedas, equivalente a unos 10.000 millones de dólares. Los titulares de ambas entidades firmaron el preacuerdo cuando participaban en Medellín en un encuentro anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El llamado "swap" implica que cada país podrá acceder a la divisa del otro entregando a cambio una suma equivalente en su propia moneda.

"Es un swap contingente, Argentina en este momento no lo necesita", dijo Redrado en un foro sobre economía y América Latina que se desarrolló temprano en un hotel capitalino en esta ciudad del noroeste colombiano.

Dijo que Argentina tenía 47.000 millones de dólares en reservas y que el acuerdo con el Banco Popular de China o banco central fue discutido a lo largo de mes y medio y que ahora sería los dos institutos emisores los que "tendrán que acordar para qué se usa, pero el swap es fundamentalmente una operación financiera".

El canje "lo hemos comenzado a conversar juntos hace...alrededor de un mes y medio y esto hace también a una relación personal y que se ha ido incrementando con el gobernador (o presidente del banco chino) Zhou (Xiaochuan), nos encontramos cada dos meses en nuestras reuniones de Basilea", Suiza, donde se reúnen los gerentes de los bancos, dijo Redrado posteriormente al hablar brevemente con reporteros.

Indicó que el canje "es algo contingente, ninguno de los dos países está pensando en utilizarlo en el corto plazo y hay que darlo (verlo) nada más como una nueva señal de cooperación entre bancos centrales de todo el mundo".

El canje "se podrá utilizar, sobre todo, yo diría, para operaciones financieras, operaciones monetarias", aseguró el funcionario.

Según el preacuerdo "swap" a tres años --firmado en Medellín mientras los titulares de ambas entidades participaban de un encuentro anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)-- en caso de ser necesario, Argentina podrá acceder a un máximo de 70.000 millones de yuanes entregando en contrapartida la suma equivalente en pesos.

"No será necesario el dólar para el comercio", expresó el Diario del Pueblo, del Partido Comunista. "Esta medida ayudará a mejorar la estabilidad de las divisas regionales, prevenir los riesgos financieros y reducir la propagación de la crisis en este período extraordinario, en que la crisis financiera se agrava a diario".

La expansión gradual del uso del yen sería una medida defensiva de China, según Zuo Xiaolei, principal economista de Galaxy Securities en Pekín.

"China se ve muy afectada cuando (el dólar) sube y baja. Todos quieren un equilibrio y protegerse", señaló. "¿Qué puede hacer China para proteger sus propios intereses en la actual situación económica? Uno no puede cambiar las cosas en Estados Unidos. Solo puede modificar su propia situación".

Si se les paga en yuan, los exportadores chinos no estarán a merced de los vaivenes en las tasas de cambio. Sus márgenes de ganancia disminuyeron porque el yuan subió un 20% en relación con el dólar desde el 2005, aunque se estabilizó desde septiembre, en que el banco central intervino para mantener bajos los precios de las exportaciones.

Zuo, no obstante, afirmó que "no es realista hablar de reemplazar al dólar" en el comercio con China debido a la aceptación que tiene la divisa estadounidense en el resto del mundo.

En las semanas previas a la cumbre del G-20 Pekín se ha mostrado inusualmente activo y exigido una mayor presencia en el Fondo Monetario Internacional y otros organismos mundiales, destacando de paso las medidas que tomó para hacer frente a la crisis financiera.

"En las condiciones actuales de crecimiento débil del comercio mundial, grandes fluctuaciones en los mercados de divisas y menor financiamiento para el comercio, este tipo de canje de divisas es una iniciativa creativa que debería desempeñar un papel importante", expresó el banco central chino el martes en un comunicado.

La semana pasada, el director del banco propuso la creación de una nueva divisa internacional manejada por el FMI que reemplace al dólar y pase a ser la moneda en que se realiza el comercio internacional y en la que los bancos mantienen sus reservas. Los economistas dicen que es improbable que se cree semejante moneda, pero la propuesta refleja la inquietud de Pekín en relación con el dólar, la divisa que usa en la mayor parte de su comercio y en la que tiene la mitad de los 2 billones de dólares de sus reservas.

El primer ministro Wen Jiabao exhortó el mes pasado a Washington a que evite tomar medidas que puedan debilitar el dólar o afectar el valor de las letras del Tesoro y otros bienes en dólares.

A pesar de su enorme comercio y de la llegada de inversiones extranjeras, China mantiene su sistema financiero al margen de la circulación de capital internacional. El yuan se negocia solo en China, lo que le permite al banco central controlar la tasa de cambio mediante la infusión de dólares si la demanda sube demasiado.

Otros países se quejan de que el yuan se mantiene artificialmente devaluado y le da a China ventajas en las exportaciones, facilitando un enorme excedente en su balanza comercial.

Los líderes chinos han dicho que llegará el momento en que dejarán que el yuan fluctúe libremente, pero señalan que si eliminan los controles muy abruptamente su sistema financiero podría verse perjudicado.

La consolidación del yen como divisa internacional "no se producirá en cuestión de años, sino que tomará seguramente décadas", indicó Simpfendorfer, del Royal Bank of Scotland. Agregó que podría depender de si los consumidores chinos incrementan sus gastos en los próximos años, dándole a otros países razones para usar el yuan, del mismo modo que sucedió con el dólar, cuya popularidad fue impulsada por el consumo interno en Estados Unidos.

"Esto en realidad no depende de China. Depende del mercado", acotó. "Lo máximo que puede hacer el gobierno es permitir que se use el yuan en el comercio. Y el mercado decidirá luego si le interesa usarlo".

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