lunes, 2 de marzo de 2009

Ecuador responde a la crisis mundial erigiendo barreras comerciales

QUITO.- Grandes carteles colocados en las paredes de las cadenas de supermercados de esta nación sudamericana dicen orgullosamente "Primero Ecuador", como parte de una campaña impulsada por el gobierno y la empresa privada para fomentar el consumo de productos nacionales.

La realidad es que muchos compradores no tienen ya otra opción.

En lo que puede ser la respuesta más proteccionista del mundo a la crisis económica global, el gobierno izquierdista de Ecuador ha impuesto restricciones a la importación de todo tipo de productos, desde uvas chilenas y champús peruanos, hasta zapatos deportivos estadounidenses.

El presidente Rafael Correa dice que tuvo que tomar medidas drásticas para evitar el derrumbe de una economía golpeada por el desplome de los precios del petróleo, la principal exportación local; la caída de las remesas de los trabajadores emigrantes y la reducción de las inversiones extranjeras.

Ecuador es particularmente vulnerable porque es uno de unos cuantos países en el mundo _ El Salvador y Panamá son los próximos entre los más grandes _ que han adoptado el dólar estadounidense como moneda. No puede imprimir sus propios billetes, por lo que usa el dinero de Estados Unidos.

Un déficit comercial severo podría agotar potencialmente la reserva de dólares de Ecuador, causando un colapso económico.

Ello representaría una preocupación también para el director de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), Leon Panetta. El martes, mencionó a Ecuador, junto con Argentina y Venezuela, como países que enfrentan una situación económica adversa y podrían caer en inestabilidad por la crisis económica mundial.

Correa expresó también preocupación y explicó la razón de las restricciones.

"No podemos seguir botando la plata de nuestro petróleo, la plata de nuestros migrantes, por la ventana para traer perfumes importados, para traer licores importados", señaló Correa recientemente.

Muchas importaciones quedaron de pronto fuera del alcance de los compradores ecuatorianos, cuando las medidas entraron en efecto, el 22 de enero. Están en riesgo además innumerables empleos, tanto en Ecuador como en los vecinos andinos que representan casi la mitad de sus importaciones.

"Creo que el país mismo se arrinconó y no creo que le haya quedado otra medida para hacer en este contexto", expresó Manuel Chiriboga, director de la organización no gubernamental Observatorio de Comercio Exterior.

Las barreras afectan 627 tipos de bienes, y adoptan tres variantes: El volumen de importaciones decrece hasta 35%, el impuesto a las importaciones aumenta entre 30 y 35% o se imponen cargos de hasta 12 dólares por kilogramo de textiles y 10 dólares por cada par de zapatos.

Estas medidas son tan severas como cualquier paso considerado proteccionista por la Organización Mundial de Comercio, y ningún país tiene restricciones tan duras para las importaciones, consideró Gary Hufbauer, del Peterson Institute for International Economics en Washington, D.C.

Las ventas de petróleo representan 40% del presupuesto de Ecuador, pero Correa no sólo está preocupado por la caída en los ingresos petroleros. Las exportaciones de banano, flores, camarones y otros productos también se han ido a pique.

Correa, economista que cursó estudios en Estados Unidos, dijo que las restricciones impedirían que 1.460 millones de dólares se fuguen de la economía ecuatoriana, la cual suma 50.000 millones de dólares y es la más grande fuera de Estados Unidos que usa el dólar como su moneda.

Aunque la economía de Ecuador es pequeña en términos globales, los promotores del libre comercio temen que una propagación de medidas proteccionistas semejantes paralice a la economía mundial en un momento en que necesita recuperarse de algún modo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) predice ya que el comercio global caerá 2,8% este año, la primera contracción en casi tres décadas, mientras varios países imponen medidas proteccionistas:

- Estados Unidos y Rusia tratan de salvar a las atribuladas industrias automotrices.

- India ha suspendido por seis meses la importación de juguetes chinos y ha impuesto aranceles de 5% a algunos productos de hierro y acero.

- El paquete de estímulo promulgado el mes pasado por el presidente Barack Obama da preferencias al acero, hierro y manufacturas estadounidenses, para los proyectos gubernamentales.

- La Comisión Europea ha impuesto de nuevo subsidios a las exportaciones de mantequilla, queso y leche en polvo.

- China ha aumentado los reembolsos de impuestos a los exportadores.

"En mi opinión, hacen falta medidas más estrictas para evitar que este brote de proteccionismo se convierta en un incendio", dijo Hufbauer.

Correa dijo que el momento debe ser aprovechado por la industria nacional de textiles, zapatos y artesanías para que impulsen sus empresas y afirmó que los más pobres van a sentir un "impacto marginal".

"Perfumes, licores, chocolates (importados)... eso no los consumen los pobres. Está bien que el que quiere esas cosas 'aniñaditas' (de gente rica) pague mucho más", declaró.

Pero el sector automotor ecuatoriano pasaría tribulaciones, dado que buena parte de los vehículos y autopartes son de importación.

Diego Luna, presidente de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador, reconoce que habrá un impacto. Si en el 2008 el sector vendió 112.500 unidades, con la restricción espera vender este año alrededor de 70.000.

"Las empresas hemos hecho altísimas inversiones en empleados, en capacitación, en imagen, en equipamiento y ahora con un 35% menos en ventas, no sé cuántas empresas van a lograr mantener el nivel de empleados", señaló.

Las pequeñas empresas serán afectadas también, en un país cuya tasa oficial de desempleo es de 7,9%.

Lenin Salazar importa repuestos para televisores, reproductores y cámaras de video, pero por la restricción de importaciones que decretó el gobierno, disminuirán sus ventas y probablemente tenga que despedir a tres de sus 10 empleados.

En los supermercados suben los precios de detergentes colombianos y zapatos chinos y hay gente que se abstiene de comprar esos productos.

La medida "nos está afectando ... tenemos que 'bajar' (despedir) unos tres empleados", aseguró Salazar.

Otras naciones buscan salir con préstamos de la crisis, pero Correa habría cancelado esa opción al declarar una moratoria de un tercio de la deuda externa de Ecuador, de 10.300 millones de dólares. El presidente afirma que las emisiones de bonos fueron negociadas por ex funcionarios corruptos y banqueros extranjeros.

Correa dice que prefiere aumentar el gasto social y disponer, por ejemplo, mensualidades de 30 dólares para las madres solteras. Una nueva constitución aprobada por el electorado en septiembre, por otro lado, garantiza educación gratis para todos hasta la universidad.

Semejante gasto se facilitaba cuando los precios del petróleo subieron muy por encima de los 100 dólares por barril. Los ingresos petroleros del país aumentaron 222% el año pasado, en comparación con el 2007, mientras que las importaciones subieron 26,7%.

Ahora, Correa pronostica un déficit comercial de 3.500 millones de dólares para el 2009, con el desplome del petróleo y de las remesas. El dinero enviado por los ecuatorianos del extranjero cayó a 2.800 millones de dólares el año pasado, respecto de 3.000 millones en el 2007, una tendencia que continuará, según el banco central.

Algunos economistas creen que Correa tendrá que sacar de su economía el dólar, adoptado en el 2000 luego que los bancos ecuatorianos casi colapsaron, y deberá emitir otra vez su propia moneda. Otra opción es mantener al dólar como segunda moneda, como hacen muchas naciones en la región.

De lo contrario, advierten de escasez, contrabando y un peligroso crecimiento del mercado negro.

El analista Walter Spurrier, del Grupo Spurrier, advierte que "las medidas restrictivas no pueden durar mucho".

"Comenzará la escasez ... la demanda no satisfecha por los productos restringidos elevará los precios, e inevitablemente recrudecerá el contrabando. El comercio formal cederá espacio al informal", afirmó.

Por ahora, muchos ecuatorianos lamentan el tener que comprar productos nacionales, al considerarlos de menor calidad.

Al ir de compras, Paola Padilla, ingeniera en sistemas de 26 años, constató "un incremento tenaz (importante) en los detergentes". El suavizante de ropa que solía comprar ahora cuesta 3,60 dólares, un dólar más que antes. "La verdad es que no compré, está mucho más caro", dijo

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