sábado, 28 de marzo de 2009

EEUU somete a los bancos a una "prueba de resistencia" que podría traer sorpresas

WASHINGTON.- La "prueba de resistencia" puesta en marcha por las autoridades estadounidenses para evaluar la capacidad de los 20 bancos más importantes del país de sobrellevar un empeoramiento de la recesión podría traer malas sorpresas, según algunos analistas.

El examen, impuesto a los establecimientos que manejan más de 100.000 millones de dólares de activos, debe permitir evaluar de manera uniforme la fortaleza de los bancos estadounidenses, según criterios fijados por el gobierno.

"Se trata de evaluar qué margen de capital suplementario podrían necesitar los bancos para atravesar una recesión más profunda sin sucumbir, porque yo creo que esto les dará una mayor facilidad para acordar préstamos, y esto probablemente será beneficioso para la economía en su conjunto", aseguró esta semana el secretario del Tesoro, Timothy Geithner.

El resultado de la prueba se conocería en abril. El primer establecimiento examinado: Bank of America. En los últimos días, su director general Kenneth Lewis ha afirmado varias veces que "pasará la prueba de resistencia", pese a los créditos tóxicos de todas sus nuevas filiales Countrywide (crédito hipotecario) y Merrill Lynch (banco de negocios).

Lewis, que dice haberse forzado a aceptar 45.000 millones de dólares de fondos públicos, afirmó que pretende comenzar a reembolsar el préstamo al Estado el próximo mes. Pero la agencia de evaluación financiera Moody's Investors Service no lo escuchó y bajó la notación de Bank of America, al estimar que el Estado podría una vez más verse obligado a inyectar capital al banco.

La misma medida sufrió Wells Fargo, un banco que asumió un gran riesgo al adquirir su rival al borde de la quiebra Wachovia.

La otra gran agencia de evaluación financiera, Standard and Poor's, tiene perspectivas "negativas" para los principales bancos del país, incluidos los bancos de negocios Goldman Sachs y Morgan Stanley.

El ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, estimó el viernes que los bancos estadounidenses todavía necesitan impulsar sus fondos propios a más de 850.000 millones de dólares antes de poder reanudar el otorgamiento de préstamos de manera normal.

"El mercado reclama un promedio de fondos propios del 13% ó 14%, contra un 10% actual", señaló Greenspan, y estimó que una gran parte de ese esfuerzo sólo puede venir del Estado.

El economista independiente Joel Naroff recalcó el viernes que resultados peores de lo esperado serían un "grave problema de credibilidad" para la dirección de los bancos afectados.

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