El dinero, que saldrá de los fondos destinados a las operaciones de inversión a largo plazo, pretende contribuir a rebajar la presión existente sobre los mercados en el actual año fiscal.
En la reunión, que se saldó con un voto unánime en favor de las medidas propuestas, el BoJ concluyó que es necesario suministrar una liquidez sustancial a los mercados financieros para asegurar su estabilidad.
Por otro lado, la institución prevé que se empiecen a percibir signos de recuperación en Japón en el segundo semestre del año fiscal 2009 y que los pronósticos de inflación y crecimiento a largo plazo para el año siguiente permanezcan prácticamente invariables. A pesar de ello, advierte de que "la incertidumbre es alta".
El principal factor de riesgo que observa el BoJ es el posible debilitamiento de la demanda doméstica si las previsiones de crecimiento se reducen.
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