viernes, 6 de marzo de 2009

El FMI reconoce errores en la detección de la crisis

WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional hizo una fuerte autocrítica el viernes por sus errores a la hora de identificar las raíces de la crisis actual y reconoció no haber estado a la altura de su trabajo como principal supervisor del sistema financiero mundial.

En una serie de documentos que analizan las primeras lecciones de la crisis, el FMI indicó que la falta de coordinación en la supervisión y la ineficacia de sus mensajes impidieron detectar a tiempo que el auge del crédito podría explotar de manera drástica.

Además, el Fondo señaló que las advertencias anteriores a la crisis, incluyendo las suyas, fueron demasiado aisladas y poco específicas para forzar a los gobernantes a actuar.

Entre su larga lista de fallos, el FMI reconoció que su supervisión subestimó o no detectó los riesgos, mientras que las evaluaciones optimistas y los mensajes generales alentaron la autocomplacencia.

"Esta crisis ha sido una llamada de alerta para reconsiderar la efectividad de la arquitectura de las finanzas internacionales y en particular para los mecanismos para detectar los riesgos sistémicos", dijo Reza Moghadam, director del departamento de políticas y revisiones del FMI.

Moghadam señaló que la crisis mostró fallos no sólo en la supervisión mundial, sino también en la coordinación de políticas y la regulación transfronteriza.

El debate de políticas mientras avanzaba la crisis, según este organismo, estuvo fragmentado y disperso en varios foros, incluyendo al mismo Fondo, al Foro de Estabilidad Financiera y al Banco de Pagos Internacionales, cada uno con sus propios objetivos.

Además, aunque identificó varios riesgos potenciales en sus informes e investigaciones sobre el estado de la economía mundial, sus mensajes a menudo fueron oscuros o estaban incluidos en largas discusiones o listas de preocupaciones.

También admitió haber subestimado los vínculos entre los riesgos macroeconómicos y el desarrollo en los mercados financieros domésticos.

La institución añadió que sus evaluaciones principalmente optimistas alentaron una visión positiva sobre los países avanzados y la innovación financiera.

Desde hace tiempo, las economías emergentes como China se quejan de la falta de imparcialidad del FMI a la hora de asesorar a las economías avanzadas, que a menudo han hecho caso omiso de sus consejos.

El FMI apuntó que su vigilancia reflejó la opinión generalizada de que los países avanzados con inflación relativamente baja y estable y un sector bancario con suficiente capital, podrían soportar la caída en la vivienda y los mercados de capitales.

También señaló que había advertido en reiteradas ocasiones sobre los riesgos de los desequilibrios mundiales, aunque reconoció que a medida que los desajustes aumentaban sus alertas se hicieron más débiles.

"Sin embargo, este análisis no vio la conexión de los principales peligros sobre el sistema bancario", agregó.

El FMI también admitió que no hubo suficiente seguimiento, especialmente cuando los riesgos, si se identificaron, fueron ignorados por los Gobiernos los ignoraron. Y en lugar de alzar la voz sobre sus preocupaciones, el Fondo reconoció que dio un paso atrás y le restó importancia al mensaje.

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