viernes, 13 de marzo de 2009

El sector del automóvil pide al Gobierno español ayudas directas

MADRID.- El sector del automóvil en pleno reclamó hoy presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la puesta en marcha de un programa de rejuvenecimiento del parque automovilístico con ayudas directas, como las aplicadas en Francia y Alemania, con el fin de elevar las ventas de coches en 150.000 unidades.

El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, hizo pública hoy esta petición en representación de once organizaciones empresariales del sector del automóvil que, según el máximo responsable de la patronal, vive una situación "dramática".
Díaz Ferrán señaló que esta solicitud va dirigida a Zapatero y no el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, o a otro ministro, porque es el jefe del Ejecutivo "el que tiene que coger el toro por los cuernos y tomar una decisión", ya que es un tema que depende de varios ministerios.

Díaz Ferrán advirtió de que la industria española dejará de fabricar 900.000 vehículos entre los años 2008 y 2009. En el mismo período, el mercado automovilístico español reducirá sus matriculaciones en 915.000 unidades (575.000 en 2008 y 340.000 en 2009) si no se llevan a cabo medidas para solucionar la crisis que atraviesa la industria del automóvil.

Para paliar esta situación, pidió la puesta en marcha de un plan de rejuvenecimiento y dinamización de las ventas, complementario a las medidas puestas en marcha por el Gobierno, que comprenda el achatarramiento de coches de más de diez años y de vehículos industriales de más de siete años, con una ayuda directa para incentivar la adquisición de coches nuevos y usados de hasta cinco años de antigüedad.

El máximo responsable de la patronal propuso que las ayudas para la adquisición se sitúen en 1.200 euros para turismos y vehículos comerciales ligeros, 3.000 euros para vehículos industriales de entre 3,5 y 16 toneladas, y 12.000 euros para camiones de más de 16 toneladas.
Según sus cálculos, este plan supondría un coste de 560 millones de euros, inferior a los más de 800 millones de euros que dejarían de ingresar las comunidades autónomas si se suprimiera el impuesto de matriculación.

Asimismo, Díaz Ferrán indicó que el sector del automóvil reclama la inyección adicional de recursos financieros, con el fin de facilitar las operaciones de adquisición de automóviles y de vehículos comerciales por particulares y empresas.
Además, señaló que los empresarios no tienen "ninguna queja de los bancos" y aseguró que si las entidades bancarias cayeran "ningún sector tendría salvación".

Al mismo tiempo, el presidente de la CEOE señaló que no contempla que el presidente del Gobierno "no atienda las demandas" realizadas por el sector y apuntó que estas propuestas se le enviarán mediante una carta "que tendrá el próximo lunes en su despacho".

"No queremos contemplar que el Gobierno no atienda nuestras demandas, puesto que la situación se agrava cada semana. Si no se adoptan medidas complementarias la destrucción de empleo será mayor y cerrarán empresas del sector y puede que lo hagan para siempre", añadió.

Por su parte, el director general de la patronal de fabricantes Anfac, Luis Valero, señaló que en la actualidad 100.000 trabajadores del sector del automóvil se encuentran afectados por expedientes de regulación de empleo temporales, aunque advirtió de que esta cifra podría duplicarse y llegar "fácilmente" a las 200.000 personas.

Al mismo tiempo, Valero señaló que la puesta en marcha de ayudas directas a la compra de coches no tendrá un efecto negativo para los fondos públicos, sino que contará con un saldo positivo anual de 223 millones de euros anuales.

El presidente de Ganvam, patronal de las empresas vendedoras, Juan Antonio Sánchez Torres, explicó que las compañías englobadas en su asociación se pierden empleos a diario y explicó que esta cifra se podría situar en la pérdida de 16.000 puestos de trabajo.

De su lado, el vicepresidente primero de la patronal de concesionarios (Faconauto), Francisco Salazar Simpson, se quejó de la "sinrazón" demostrada por el Gobierno al no escuchar las demandas del sector y por las "amenazas" realizadas por Sebastián, al señalar que cuando se termine el Plan VIVE, "no habrá más medidas" de apoyo al automóvil.

Por otro lado, el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes para Automoción (Sernauto), José María Puyol, resaltó la necesidad de poner en marcha ayudas directas que incentiven la compra de coches, puesto que en la actualidad sus fábricas están trabajando con un 40% menos de actividad.

Esta situación, según Puyol, está provocando la descapitalización de las empresas, por lo que resaltó la importancia de mantener los niveles de trabajo en el sector, "puesto que si la industria del automóvil en España desaparece no quedará nada" y esto puede suceder "en cuestión de meses".

"Los expedientes de regulación de empleo son ansiolíticos en un cuerpo, como el sector del automóvil, que está gravemente enfermo", añadió el presidente de Sernauto.

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